Comunidad de calatayud
La Orden del Santo Sepulcro nombra a doce caballeros y damas en Calatayud
Más de 300 personas participan en la ceremonia de investidura tras recorrer la ciudad.
La ceremonia de investidura de caballeros y damas de la Orden de Caballería del Santo Sepulcro de Jerusalén -también conocida por cruzamiento y acto central del proceso de nombramiento de los 12 neófitos- reunió este sábado en Calatayud a más de 300 personas, entre participantes, acompañantes y espectadores. El acto central tuvo lugar en la real basílica del Santo Sepulcro, hasta donde se desplazó una amplia comitiva desde la iglesia de San Pedro de los Francos. En el recorrido, en el que participaron formando capítulo miembros de las dos lugartenencias de la organización, se guardó completo silencio, roto únicamente por el resonar de los zapatos por las calles de Marcial, Bodeguilla y Sancho y Gil.
Una vez en el templo, se hizo el ritual, presidido por el cardenal Fernando Filoni, su gran maestre, al que acompañaron -entre otras autoridades eclesiásticas- el cardenal Lluis Martínez Sistach, como gran prior de la lugartenencia de España Oriental, y el obispo de Tarazona, Eusebio Hernández. Entre los asistentes también se encontraban parte de los concejales del Ayuntamiento bilbilitano, así como otros representantes civiles y militares. Tras la entrada del cortejo y la bienvenida, se leyó del decreto de investidura, para lo que los miembros de nuevo ingreso, seis hombres y seis mujeres, tuvieron que acercarse hasta el altar junto a sus padrinos y madrinas.
Durante casi una hora, Filoni les hizo entrega de la venera o el lazo -sus insignias- de la orden y los correspondientes diplomas; a todos salvo al sacerdote al que le dio una muceta y venera. Tras esto, se celebró la liturgia de la santa misa. Este rito, que no se hacía desde hace 13 años, fue el punto central, que este domingo seguirá con la acción de gracias y la toma de posesión como canónigos honorarios de la basílica de 70 caballeros y damas.
"Es un acto singular, muy espectacular y llamativo y muy importante para la orden y para la ciudad y la basílica por acogerlo", reconocía el prior del templo, el bilbilitano Javier Sanz.
