Hay ganas y nervios a partes iguales. Cuando apenas quedan un par de semanas para el comienzo oficial de la Semana Santa, los sonidos de Pascua toman ya las calles de Zaragoza con la Exaltación Infantil de instrumentos tradicionales y el Concurso de tambores y bombos. Ambas citas regresan este fin de semana al pabellón Príncipe Felipe, después de dos años sin convocatoria por los rigores de la pandemia de coronavirus.

Será este sábado, a partir de las 17.00, cuando más de 600 chavales de una veintena de cofradías demostrarán su destreza sobre el parqué. Habitualmente se dan cita para ver a la joven cantera de los tambores unos 3.000 los espectadores, y habrá que ver si este 2022 se suma aún más afición dado que hay muchas ansias de escuchar redobles, cornetas y carracas.

Quienes se acerquen a la exaltación, de entrada gratuita, podrán ver también la actuación del piquete de honor y un desfile de guiones. Se prevé que la celebración concluya en torno a las 19.30 después de la interpretación de la 'Marcha de Zaragoza' y una entrega de recuerdos.

Toni Galán

Los primeros en saltar a la pista este año serán los jóvenes cofrades de las Siete Palabras, a los que seguirán los niños de la Humillación y después será el turno de la Coronación de Espinas. Son 19 cuadrillas infantiles las participantes, y las tres que cerrarán la cita, por este orden establecido por sorteo, serán la cofradía de Cristo Abrazado a la Cruz y de la Verónica, la Entrada de Jesús en Jerusalén (con sus características carracas) y el Prendimiento.

Los chavales, de entre 3 y 15 años, son los encargados en cada nueva edición (y van 29) de demostrar que hay relevo generacional en las secciones de instrumentos de las cofradías. Joaquín Albareda, hermano mayor del Descendimiento (cofradía que organiza la cita por delegación de la Junta Coordinadora), felicita a quienes tutelan las secciones infantiles de cada una de las hermandades por “trabajar con tanta ilusión y tanto cariño con los niños”. Lo que se verá este fin de semana en el Príncipe Felipe será el fruto de “muchas horas de ensayo” y, precisamente, “son esas las horas en las que se desarrolla la confraternización y la hermandad, limitada desde hace dos años por la distancia social que impuso la pandemia”.

Habrá que ver si el virus condiciona la celebración de estos primeros actos de Cuaresma cultural, si bien la relajación de restricciones obliga únicamente a llevar mascarilla en interiores. Los participantes y espectadores deberán llevarla puesta en todo momento, con la única excepción de quienes toquen las cornetas y las heráldicas del piquete de cofradías.

El domingo les tocará el turno a los adultos, esta vez, combinando tanto la exhibición como el formato de certamen. Son diez cofradías las que participan en la exaltación y quince las que se han inscrito para el concurso propiamente dicho. Será a partir de las 10.00 cuando empiecen a desfilar las cuadrillas de adultos por el pabellón Príncipe Felipe, en una cita clásica (van 57 ediciones) que no terminará hasta casi entrada la tarde.

A pesar de la competición, “es el sonido lo que nos une a todas las cuadrillas” y con esta filosofía se ha diseñado un cartel anunciador en el que aparecen seis manos entrecruzadas con pulseras identificadoras de todas las hermandades zaragozanas. Jorge Sesé es el responsable del diseño y la fotografía de un cartel que “quiere transmitir un mensaje de unión”, explica el autor, que ha colocado todos los brazaletes “en el orden habitual de salida del Santo Entierro”.