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Detenido en Zaragoza el activista argelino Mohamed Benhalima
Un juez decretó su expulsión y ahora está en Valencia pendiente de ser deportado. Amnistía Internacional alerta de la posibilidad de que sea torturado.
El activista argelino Mohamed Benhalima ha sido detenido en Zaragoza esta semana por la Policía y trasladado, por orden judicial, al Centro de Internamiento de Extranjeros (CIE) Zapadores de Valencia donde está pendiente de ser extraditado a su país. Amnistía Internacional ha iniciado una campaña para evitar su deportación ante el riesgo de que pueda ser torturado o sufrir otros tratos crueles. Igualmente, la plataforma Cies No ha pedido al Gobierno que no sea expulsado.
Mohamed Benhlima es argelino y era militar. Según Amnistía Internacional, en 2019 publicó una serie de vídeos en redes que denunciaban la corrupción entre los altos cargos del Ejército. También participó en el movimiento de protesta Hirak que pedía una reforma del sistema político. En ese momento le informaron de que su nombre estaba en una lista de militares buscados y huyó a España, donde solicitó asilo. Un año después Mohamed Benhalima fue condenado a 10 años de prisión in absentia, es decir, en ausencia.
"El gobierno español parece tener mucha prisa por deportarlo. Él está aterrado por lo que le pasó a su amigo Mohamed Abdellah, también argelino, que fue expulsado en un procedimiento ultra rápido desde España a Argelia, donde fue encarcelado inmediatamente y torturado", según AI. La asociación denuncia que al menos otros cuatro activistas que participaron en el movimiento de protesta Hirak han sido torturados y maltratados por las fuerzas de seguridad argelinas en los últimos tres años.
En la actualidad hay al menos 290 presos encarcelados por motivos políticos en Argelia, que están recluidos en prisión preventiva o condenados por su activismo pacífico, subraya la ONG.
Amnistía se hace eco de las palabras de Amna Guellali, directora regional adjunta de la ONG para Oriente Medio y el Norte de África, en las que asegura que "las autoridades españolas son muy conscientes del sombrío destino que le espera a Mohamed Benhlima si lo deportan", ya que "en los últimos dos años, las autoridades argelinas han intensificado su descarada persecución de activistas en su intento de aplastar toda forma de disidencia".
