La calima se ha convertido en uno de los protagonistas de la semana. Desde que el lunes comenzara a teñir de naranja el cielo en provincias del sureste de España como Murcia, Alicante o Almería, con el paso de las horas se fue extendiendo de sur a norte. Este inusual fenómeno llegaba a Aragón este martes, concretamente a varios puntos del Pirineo como la estación de esquí de Llanos del Hospital, en Benasque, o los refugios de Respumoso y los ibones de Bachimaña, dejando espectaculares imágenes de nieve manchada de color marrón, compartidas por numerosos usuarios en las redes sociales.

Lo que también hemos encontrado en las últimas horas en redes sociales como Twitter son comentarios de zaragozanos que ‘se quejan’ de que la calima no llegue a la capital aragonesa y muchos culpan, en tono de humor, a nuestro querido cierzo de ello. Y es que a pesar de la esperanza de algunos ciudadanos de ver teñida en tonos anaranjados la ciudad, parece que la calima va a pasar de largo por Zaragoza.

El motivo por el que la calima no ha llegado a Zaragoza tiene una explicación científica. La causa es la borrasca Celia, que cubre el cielo en Aragón y, concretamente el de Zaragoza, tal y como apunta Rafael Requena, delegado de la Agencia Estatal de Meteorología en Aragón (Aemet). Aunque también repercute el viento -los tuiteros no se equivocan- que estos días, además, sopla de componente este y sureste y que puede llevar las partículas de este polvo sahariano. Requena advierte, eso sí, que en caso de precipitación, podría incluso llover barro" (como ya sucediera el año pasado cuando una lluvia de barro tiñó de marrón diversos puntos de Aragón), algo que tal vez "podría suceder" el resto de la semana.