urbanismo
El Ayuntamiento de Zaragoza pedirá 5 millones de los fondos UE para abrir a los vecinos la Harinera de Casetas
El proyecto contempla cuatro edificios y una plaza pública pero se perfilará con los ciudadanos. Prevé destinar el inmueble a usos culturales, sociales y de convivencia intergeneracional
Esperanza para los vecinos de Casetas. El gobierno PP-Cs se ha propuesto rehabilitar y abrir la antigua Harinera del Ebro, ubicada en este barrio rural y cuya puesta en funcionamiento es una de sus principales y más largas reivindicaciones. Hace más de dos años que el Ayuntamiento se hizo con la propiedad del edificio gracias a una permuta, pero poco después irrumpió la pandemia y el proyecto nunca llegó a alzar el vuelo. Ahora, busca en los fondos de la Unión Europea una manera de relanzarlo y ultima un plan director para su recuperación.
El inmueble cesó su actividad industrial en 2006 y desde entonces ha permanecido cerrado y arrastrando un progresivo deterioro. La propuesta del Consistorio pasa por recuperar el edificio que albergó la vieja Harinera y además construir cuatro inmuebles más, tres auxiliares y uno que sirva de conexión y galería. El plan está abierto a la participación ciudadana y, como indica el concejal de Urbanismo, Víctor Serrano, "deja aún margen para incluir mejoras, sugerencias o nuevas aportaciones".
De momento se ha diseñado, basándose en las propuestas de los vecinos, como "un espacio dinámico y transparente que permita visibilizar la actividad que genera". El objetivo es que sea un lugar de encuentro intergeneracional, aunque dirigido sobre todo a niños y jóvenes, y que concentre las infraestructuras demandadas en el barrio que están actualmente dispersas y en espacios poco funcionales. Principalmente, se prevé que sirva de apoyo a actividades culturales y sociales que se promuevan desde la ciudadanía y que pueda dar soporte, por ejemplo, a espectáculos musicales al aire libre, cine de verano, mercadillos o fiestas populares.
"Queda por delante todo un camino por recorrer, pero el plan director asienta una hoja de ruta encaminada a ofrecer soluciones a las demandas sociales, vecinales y culturales de Casetas", explica el edil, que apunta que el proyecto servirá para regenerar el entorno. La propuesta, según informan desde el área, parte de un estudio sobre las necesidades del barrio que se llevó a cabo junto a vecinos, los servicios de juventud del Consistorio y varias asociaciones interesadas en su reconversión, como la agrupación de músicos o 'Métete en harina'.
Museo, auditorio y videojuegos
En concreto, el proyecto previsto consta de cuatro edificaciones independientes, con un programa específico para cada una, que se articulan o interconectan a través de un quinto elemento desde el que se accede a todas ellas y a la plaza exterior. En primer lugar, el edificio de la Harinera se destinaría, en su planta calle, a un museo de la memoria industrial, mientras que su primer piso se utilizaría como biblioteca y el segundo albergaría una sala polivalente.
En las tres edificaciones nuevas se quiere ubicar las casas de la música, la infancia y la juventud. En la primera, habrá salas de grabación y ensayo y un auditorio, que se construirá aprovechando el techo abovedado del sótano. Por otro lado, el segundo inmueble albergaría el centro de tiempo libre y la ludoteca.
Mientras, en el tercero la intención es crear espacios para desarrollar iniciativas ciudadanas y actividades juveniles o de ‘co-working’. Habría, entre otros servicios, un aula de cocina que serviría para promocionar los productos gastronómicos locales, así como fomentar el empleo, y un centro de innovación multimedia que giraría en torno a los videojuegos, los ‘e-sports’ y otras iniciativas digitales.
Por último, en la galería se encontrarían los aseos y las zonas comunes y de tránsito, pero además esta estructura ejercería, según explican desde el gobierno, "como colector de energía solar", ya que se construiría para que distribuyera el calor en invierno y lo disipara en verano mejorando la eficiencia energética. En este sentido, el proyecto se ha planteado teniendo en cuenta la reducción del consumo, con aislamientos en muros y cubiertas, acristalamientos eficientes y tecnología led, además de placas fotovoltaicas.
"Es un diseño que incluye cuestiones de sostenibilidad energética, se adapta al paso del tiempo, pone al ciudadano en el centro y tiene la versatilidad de ir transformándose conforme evolucionen las necesidades del barrio", resume Serrano.
