solidaridad
Las compañeras de Alejandra Luna entregan su oro en acrodanza a la familia de la joven, que murió de cáncer
La localidad zaragozana de Alfajarín, de donde era la chica, le rinde homenaje este viernes con un encuentro solidario de esta modalidad de gimnasia rítima y baile que recauda fondos a beneficio de Aspanoa.
Alejandra Luna fue una de las 11 niñas aragonesas que han hecho "grande" el nombre de Alfajarín a través del equipo local de acrodanza, una asociación de gimnasia rítimica que se ha llevado el oro a nivel nacional y que ha conseguido un tercer puesto en el campeonato del mundo de esta disciplina, que combina la técnica de la danza con acrobacias y flexibilidad. Las compañeras de la joven, que falleció en 2020 a causa de un cáncer, han querido homenajear ahora a su familia haciéndole entrega este viernes de las dos medallas (oro y bronce) conseguidas en sendos campeonatos de España y del mundo.
"Los padres siguen en contacto con nosotros y cuando se enteraron de que habíamos ganado el oro nos felicitaron muy emocionados. Ahora sus compañeras les van a hacer entrega de las medallas ganadas en recuerdo de Alejandra, que entró en el equipo con diez añitos y fue una de las pioneras de esta modalidad, que ahora tiene más éxito que la propia gimnasia rítmica", explica Elsa Cuoto, entrenadora de las niñas.
La localidad zaragozana de Alfajarín, de donde era Alejandra, le rinde homenaje este viernes con un encuentro solidario de acrodanza que recaudará fondos a beneficio de Aspanoa por medio de la venta de pulseras y otros recuerdos. Este, indican, será el segundo acto que se celebra en homenaje a la joven gimnasta, a la que el año pasado sus compañeras recordaron ya en un encuentro a puerta cerrada (por la covid) con el que consiguieron recaudar cerca de 300 euros para su familia, que a su vez entrega esta cantidad a Aspanoa por "todo el apoyo recibido en los momentos más duros de la enfermedad".
La entrega de las medallas ganadas por estas zaragozanas es también una iniciativa que sale del propio grupo de amigas, "por no haber podido compartir ese momento juntas", señala su entrenadora. "Ella era de las más mayores del equipo (falleció con 15), y no sobresalía así como otras chicas por mal comportamiento. Al contrario, era una niña que se hacía querer por todo el mundo. Y siempre que veía que alguien necesitaba ayuda le ayudaba. Se prestaba siempre a todo, tanto ella como su familia. Por eso ahora, en homenaje, sus compañeras les van a entregar a los padres las medallas ganadas", cuenta Elsa, quien hace hincapié en lo "valientes" que fueron estas niñas a la hora de atreverse a practicar hace cuatro años una disciplina que por entonces era desconocida. "Alejandra y otras diez compañeras suyas fueron las pioneras. Ahora hay más de 100 personas apuntadas a esta actividad, que han defendido muy bien todas juntas. Con Alejandra en el equipo consiguieron ya un sexto puesto que les valió un diploma en su momento a nivel nacional", recuerda esta monitora.
Por su parte, los padres de Alejandra subrayan lo mucho que significa para ellos el gesto de estas compañeras de equipo de su hija, así como el encuentro que se celebra este viernes en Alfajarín y que les deja inevitablemente un recuerdo agridulce. "Notamos la ausencia de Alejandra y nos gustaría que estuviera allí con ellas, cosechando los mismos éxitos, y al mismo tiempo sentimos también gratitud porque de alguna manera esta iniciativa recoge el espíritu de nuestra hija, que siempre estaba ayudando a los demás. Ahora gracias al deporte, a esas bellas coreografías que hacen, se puede ayudar a otros niños con cáncer y me parece algo bellísimo. Si podemos conseguir que con este movimiento haya familias que tengan una mejor calidad de vida, una esperanza o una ilusión, para nosotros es la mejor forma de recordar a Alejandra, de tenerla aquí presente y que siga ayudando", concluye Carmita Florentín, la madre de la niña homenajeada este viernes.
