movilidad
La energía necesaria para 6.500 viviendas alimentará los nuevos buses eléctricos de Zaragoza
Endesa X se está encargando de los trabajos de las nuevas instalaciones, que suponen una inversión de 8 millones y están sufragados por los fondos europeos.
Los primeros autobuses eléctricos de la nueva flota comenzarán a verse por las calles de Zaragoza en torno al mes de octubre, más o menos para las Fiestas del Pilar. Las obras previas que son necesarias para la llegada de estos vehículos ya se están ejecutando y culminarán aproximadamente en septiembre. Se trata, como ha recordado este jueves el alcalde, Jorge Azcón, de una operación compleja y pionera, que supondrá la inversión de 8 millones de euros, sufragados casi en su totalidad por los fondos europeos Next Generation. La empresa Endesa X se está encargando de acometer los trabajos, que consisten en la construcción y adecuación de infraestructuras eléctricas en la subestación transformadora de Torre Olivera, en Las Fuentes, y en las cocheras, que permitan cargar los automóviles.
Esta intervención posibilitará la llegada de 68 buses 100% eléctricos, que serán fabricados por la empresa Irizar con una estética similar a la de un tranvía, tal y como eligió el Ayuntamiento, y suministrados por la concesionaria Avanza. 51 de ellos medirán 12 metros de largo y otros 17 serán articulados y alcanzarán los 18. Se sumarán a los 4 vehículos de estas características, aunque de otro modelo, que ya circulan por la capital aragonesa. No obstante, como ha destacado el regidor, la instalación se está acometiendo con la previsión de que lleguen más en el futuro, por lo que no habrá que volver a hacer obras. Cada autobús de diésel que se sustituya por uno eléctrico, ha recordado, ahorrará la emisión a la atmósfera de 1.700 toneladas de CO2 a lo largo de su vida útil. Con toda la flota serían 621.000 toneladas.
La subestación se va a adaptar con 20 megavatios extra, más de lo que se necesita actualmente y el equivalente a la energía que generan seis molinos de viento o al consumo de unas 6.500 viviendas, según ha ejemplificado Azcón, y de momento se empleará una cuarta parte, 5 megavatios. En concreto, desde la subestación se construirá una línea eléctrica de alta tensión a 45 kV, durante 1,5 kilómetros, hasta el acceso a las cocheras, en lo que ya se ha estado trabajando en los últimos meses. Allí se instalará también una red interior de distribución en media tensión y sus transformadores para los cargadores individuales.
Se colocarán un total de 75, 37 de ellos de 100 kW para los buses de tamaño estándar y 38 de mayor potencia (150 kW) que podrán ser usados por los más grandes, cuya batería tiene más capacidad al mover más peso. Además, se dispondrá de un cargador adicional semirrápido de 300 kW para poder cubrir situaciones imprevistas. El tiempo estimado de recarga completa de los vehículos es de cuatro horas, aunque en este caso se reduciría a una hora y media. Con esto, los autobuses tendrán una autonomía de unos 322 kilómetros, por lo que se podrán usar en cualquier línea durante toda la jornada laboral.
El sistema de carga elegido es mediante pantógrafos invertidos. Cada uno de ellos alimentará a un autobús individualmente y estarán montados en una estructura fija en cocheras, en lugar de en el techo de los vehículos, que solo llevarán unas pletinas de conexión. Según explican desde el Consistorio, este método tiene "ventajas considerables, tanto en su mantenimiento como en la comodidad de la operación de recarga".
