contaminación acústica

Zaragoza retoma la ordenanza del ruido después de tres años y modificará el mapa de zonas saturadas

El gobierno prevé una normativa cívica y acciones de concienciación y promete mano dura con los establecimientos que incumplan de forma reiterada 

Los grupos municipales se han reunido este martes para empezar a trabajar de nuevo en la ordenanza del ruido.
Los grupos municipales se han reunido este martes para empezar a trabajar de nuevo en la ordenanza del ruido.
Francisco Jiménez

Tres años después, y tras un intento fallido días antes del estallido de la pandemia, el Ayuntamiento de Zaragoza vuelve a trabajar en la nueva ordenanza de contaminación acústica. Los grupos municipales han mantenido este martes una primera reunión para encauzar los trabajos, que comenzarán con la celebración el próximo mes de una mesa del ocio, según la ha denominado el concejal de Urbanismo, Víctor Serrano, que contará con todos los agentes que se verán afectados por la normativa, principalmente, plataformas de vecinos y establecimientos hosteleros. Al mismo tiempo, se modificará el mapa de zonas saturadas, ya que el actual está "desfasado", y más tras el efecto que la crisis sanitaria ha tenido "en la relación de los ciudadanos con el espacio público". 

La principal conclusión que se ha desprendido de la reunión, según ha dicho el edil, es la necesidad de alcanzar un consenso tanto político como social en la elaboración de este documento, que prevé hacer frente al problema de ruido que genera el ocio nocturno (aunque en esta ocasión también se tendrán en cuenta otros causantes) y establecer un marco normativo que conjugue el derecho al descanso con la actividad empresarial de los negocios. "Sabemos que hay posturas a veces que pueden ser dispares, una cosa es lo que defiende la plataforma Stop Ruidos, otra lo que pueda defender el sector de la hostelería, pero sí que creemos que podemos llegar a puntos en común", ha asegurado. 

El anterior gobierno de ZEC comenzó su redacción pero la negociación se bloqueó y no logró sacarlo adelante antes de las elecciones. Después, la coalición PP-Cs fijó la primavera de 2020 como la fecha de su aprobación, pero el coronavirus truncó sus planes. Aunque entonces estaba avanzado, ahora la situación es otra, por lo que la ordenanza requiere de una amplia actualización. Entre otras cuestiones, se deberá tener en cuenta la proliferación del número de terrazas o la aparición de otros tipos de ocio en horario de tarde. Mientras, se elaborará también el nuevo mapa de zonas saturadas, ya que el actual está desfasado e incluye como calles o áreas conflictivas algunas en las que no hay prácticamente actividad que genere ruido y deja de lado otras que sí son más problemáticas.

Lo que está claro, según ha avanzado Serrano, es que se la intención es ser más estrictos con quienes incumplen de forma reiterada. "Vamos a estudiar cómo podemos ser más efectivos a la hora de revocar licencias de establecimientos en los que de manera insistente y pertinaz están en el incumplimiento", ha resumido. Hace dos años, se contemplaban multas de hasta 300.000 euros, una opción que todavía está sobre la mesa, pero se estudiarán diferentes fórmulas y se analizará si la sanción económica es suficiente o si es mejor emplear otros métodos para ser más eficaces. 

Además, la nueva ordenanza ampliará el foco y no se limitará únicamente a los establecimientos hosteleros. También contemplará otras actividades que generen ruido como el transporte u otras actividades de programación cultural en las que el tratamiento debe ser "completamente diferente", como ha asegurado el responsable del área. Por otro lado, se comenzará a trabajar asimismo en la elaboración de una ordenanza cívica que controle algunos comportamientos de los ciudadanos en las calles. En este sentido, se impulsará igualmente, según ha apuntado Serrano, una campaña de concienciación, ya que "todos y cada uno somos responsables". "A veces no somos conscientes que somos nosotros en la calle los que generamos ruido vociferando o haciendo un uso inadecuado del espacio público", ha incidido. 

Muchas causas

Tras la reunión de los grupos, el portavoz de Podemos, Fernando Rivarés, ha defendido que el encuentro se había producido gracias a la "presión" de la formación morada, que instó en el último pleno a aprobar la nueva ordenanza. Asimismo, ha pedido "no culpabilizar al ocio nocturno, porque los ruidos los provocan muchas causas". "Una es la gente en la calle cerca de los bares, más que los bares en sí, y también hay problemas de ruido muy serios respecto al transporte por ejemplo, a la recogida de residuos nocturna o al hecho de echar los vidrios en el contenedor a deshora", ha indicado. 

También ha apuntado que atajar los problemas de malestar y ruido que generan algunos comportamientos en zonas determinadas afectará positivamente a la seguridad ciudadana. Todo ello, de la mano con la actualización del mapa de zonas saturadas, "porque no existen las soluciones universales, existen las soluciones concretas y quirúrgicas en función del problema". 

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