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Acusan a un padre de Zaragoza de abusar de sus tres hijas y violar durante meses a una

Las menores aseguran que el hombre las obligaba a dormir con él varios días a la semana desde que tenían ocho años. El investigado, que será juzgado este mes, se enfrenta a una pena de hasta 33 años de prisión.

Un coche de la Policía Nacional conducía este jueves al acusado a la Audiencia de Zaragoza.
Un coche de la Policía Nacional en la Audiencia de Zaragoza.
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Cualquier delito de carácter sexual resulta reprochable, pero a este adjetivo cabe sumar el de repulsivo cuando las víctimas son menores y encima el presunto agresor resultar ser su padre. Y por difícil de imaginar que parezca, la Audiencia de Zaragoza sentará dentro de unos días en el banquillo a un hombre por abusar supuestamente durante años de sus tres hijas: una biológica y las otras dos nacidas de la relación anterior de su mujer con  otro hombre. Las penas que solicitan para él tanto la Fiscalía como la acusación particular, ejercida por el letrado Rafael Ariza, son especialmente elevadas, ya que parece que a una de las chicas llegó a violarla repetidamente todos los domingos durante diez meses.

La gravedad del caso hizo que el procesado, del que se omite el nombre para proteger a las víctimas, pasara seis meses en prisión provisional: de abril a octubre de 2020. Sin embargo, el titular del Juzgado de Instrucción número 11 de Zaragoza terminó acordando su puesta en libertad con una serie de condiciones. Dada la condena a la que se enfrenta 

el Ministerio Público solicita 24 años de prisión, mientras que el abogado de las denunciantes eleva la petición a 33 años–, para evitar el riesgo de fuga, el magistrado le retiró el pasaporte y le prohibió salir del país. Tampoco le permite contactar o aproximarse a menos de 500 metros de las víctimas, a las que no ha vuelto a ver desde que revelaron los supuestos abusos y agresiones.

Según se desprende de la denuncia, los hechos no fueron puntuales, sino que se prolongaron en el tiempo, desde que las niñas tenían 8 años hasta que cumplieron los 15. Pero el miedo a posibles represalias que tenían las menores hizo que los presuntos delitos no salieran a la luz hasta la primavera de 2020. Por lo que han contado las chicas, el hombre se comportó de forma prácticamente idéntica con las tres: de modo alternativo, pedía  a cada una de ellas que durmiera con él en el sofá, circunstancia que al parecer aprovechaba para someterlas a tocamientos obscenos.

Pero en el caso de una de sus hijastras, no conforme con los abusos, el procesado habría decidido ir más allá y acabó violándola. Y no un solo día, sino de forma reiterada durante meses.

Las psicólogas tienen dudas

Como es habitual cuando las víctimas son menores, el juez encargó que las psicólogas forenses del Instituto de Medicina Legal de Aragón (IMLA) exploraran a las hijas del acusado. En su auto de procesamiento, el instructor recuerda que las profesionales emitieron un informe en el que decían que el relato de las chicas podía ser calificado como «no creíble».  Según el magistrado, las psicólogas llegaron a esta conclusión porque no encontraron «evidencia suficiente» para considerar probados los hechos. Ahora bien, remarca el instructor que, «sean o no hallados ciertos, se recomienda por parte de las especialistas del IMLA la intervención de los Servicios de Protección de Menores.

Concluida la investigación, el titular del Juzgado de Instrucción número 11 explica que los testimonios de las denunciantes son «claramente incriminatorios» y tampoco aprecia indicios de «móviles espurios» que pudieran llevar a las tres a acusar de algo tan grave a su padre. Se da además la circunstancia de que en todas se han detectado marcadores altos de ansiedad, valorándose como especialmente delicado el estado de salud de una de ellas.

Por todo ello, el juez acordó el procesamiento del padre, al que asiste el letrado Alejandro Sarasa y que tendrá oportunidad de dar su versión durante el juicio, los días 15 y 16 de marzo.

La Audiencia señala 9 juicios por delitos sexuales en marzo

La decisión del Ministerio del Interior de no facilitar información oficial sobre los casos de abusos o violaciones a través de los Cuerpos de Seguridad del Estado ha convertido a la Audiencia Provincial en el mejor termómetro para medir la frecuencia con que se cometen estos delitos de carácter sexual en Zaragoza.

Según el último balance de criminalidad, basado en los hechos investigados a lo largo de 2021, los delitos contra la libertad sexual han repuntado hasta un 44% en Aragón.

Y prueba de este preocupante incremento es la gran cantidad de causas que ahora están llegando a juicio. A modo de ejemplo, las nueve vistas señaladas por las distintas secciones de la Audiencia Provincial para este mes de marzo. Entre ellas se incluye la del padre acusado de abusar sexualmente de sus tres hijas y de violar de forma repetida a una de ellas.

Pero es que a este caso hay que sumar otros ocho: dos de ellos, por agresión sexual, ya celebrados durante la semana pasada y que ahora están a la espera de sentencia.

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