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El policía que robó 138 kilos de droga en la Jefatura de Sevilla, condenado ahora en Zaragoza
La Audiencia le impone 5 años de cárcel por vender un kilo de cocaína a dos guardias civiles encubiertos.
La Audiencia Provincial de Zaragoza ha condenado al expolicía Lars Sepúlveda Madsen a cinco años de prisión por vender un kilo de cocaína a dos agentes de la Guardia Civil encubiertos. El tribunal de la Sección Tercera le aplica la agravante de reincidencia, puesto que Sepúlveda ya fue condenado en noviembre de 2013 a nueve años de cárcel por robar 138 kilos de heroína y cocaína que estaban almacenados en la Jefatura Superior de Policía de Sevilla, donde él estaba destinado.
Tras cumplir parte de la pena y salir en libertad condicional, el ya expolicía fue detenido de nuevo en julio de 2017 en Madrid por la Guardia Civil de Zaragoza que tenía abierta una investigación con dos agentes encubiertos. La operación perseguía pillar in fraganti a un grupo de traficantes que les iban a proporcionar 30 kilos de cocaína. Pero, finalmente, los recelos y desconfianza de Lars Sepúlveda, que sospechó de que durante la venta se pudiera producir un robo, hizo que el día que habían fijado para la transacción uno de sus cómplices se presentara con un kilo de droga en vez de con lo acordado.
Junto al expolicía han sido condenados Hobed Enrique y Manuel Pereira a penas de cuatro años y medio y tres años y dos meses, respectivamente. Ambos, con antecedentes por tráfico de drogas, pertenecían al círculo de confianza del exagente y tuvieron un papel relevante en esta operación.
Los magistrados otorgan distinto tratamiento a otros tres acusados, Yolanda Morales, Pablo Herranz y David Díaz, debido a que los tres reconocieron su participación en los hechos. A los dos primeros, defendidos por los abogados Laura Vela y María Pilar Hernández, les impone tres años de cárcel con la atenuante de drogadicción y a David Díaz, asistido por el letrado Alejandro Giménez, un año y medio, ya que añade la atenuante de confesión. Todos deberán pagar sendas multas de 100.000 euros, salvo Díaz, que será de 50.000.
La Audiencia Provincial absuelve a todos los acusados del delito de pertenencia a grupo criminal que les atribuía la Fiscalía. Para los magistrados, "no puede afirmarse que existiera un grupo criminal como agrupación de más de dos personas con la finalidad de cometer delitos de forma concertada, sino una mera coincidencia de varios en la preparación de una sola operación de tráfico de drogas en la que, además, la participación de los acusados no demuestra integración permanente en la agrupación".
La operación policial se fraguó en marzo de 2017 a raíz de que el agente encubierto ‘Zulú’ entrara en contacto con Yolanda Morales y esta le dijera que estaba en condiciones de conseguir 30 kilos de cocaína a través de sus contactos. El fiscal jefe de Zaragoza autorizó la intervención de este agente y su compañero ‘Eco’, quienes a partir de ese momento se reunirían con Morales y David Díaz hasta llegar al acuerdo de que el 13 de julio comprarían la droga en un hotel de Aravaca, en Madrid.
Tras varios encuentros, en los que acordaron que el precio del kilo sería de 37.000 euros, el 12 de julio se reunieron en un Burguer King de Aravaca y decidieron que al día siguiente David Díaz. llevaría 10 kilos de cocaína a una de las habitaciones de un hotel cercano y uno de los policías encubiertos 300.000 euros a otra habitación. Pero, tras comentar lo acordado con Lars Sepúlveda, este indicó que la venta se haría de kilo en kilo
La sentencia recoge que Pablo Herranz se presentó con el kilo y la Guardia Civil, para impedir que la droga volviera nuevamente al mercado ilícito, pues los traficantes no estaban dispuestos a la venta de los 10 kilos pactados o carecían de ellos, procedió a la ocupación de la cocaína que dio un peso total de 961,77 gramos con una riqueza del 74,82% y con un valor en el mercado de 98.885,92 euros,
