zaragoza

El homicida de Ejea alega defensa propia pero la juez ordena su ingreso en prisión

Los otros dos detenidos, vecinos de Gallur, han quedado en libertad con la prohibición de poder entrar en el municipio zaragozano.

La Guardia Civil investiga la reyerta en la que falleció un joven en Ejea por un disparo y otro resultó herido
La Guardia Civil durante la investigación de la reyerta este viernes.
Oliver Duch

La titular del Juzgado de Instrucción número 2 de Ejea de Los Caballeros ha decretado este sábado el ingreso en prisión provisional sin fianza de Alfonso J. J., el hombre de 57 años detenido este viernes como presunto autor de los disparos de escopeta que acabaron con la vida de Manuel C. H., de 21 años, y causaron una grave herida en el brazo a un menor de 17. El presunto homicida ha pasado la noche en los calabozos del cuartel de la Guardia Civil de Casetas, donde no quiso contestar a las preguntas de los investigadores. Sin embargo, a primera hora de la mañana de este sábado el arrestado ha sido conducido de nuevo a la capital de las Cinco Villas, donde esta vez sí ha dado su versión de lo sucedido a la juez.

El vecino de Ejea, que trabaja haciendo trabajos forestales pero actualmente se encontraba de baja, ha explicado que sobre las dos de la madrugada de este viernes un grupo de jóvenes de Gallur se plantó delante de su casa, ubicada en la calle de Juliana Larena, en el barrio de La Corona de Ejea. Según el detenido, eran cuatro personas y no dejaban de proferir gritos pidiéndole que saliera. Y como no lo hizo, el grupo reventó la puerta de acceso y se coló en el domicilio.

Secreto de sumario

La casa tiene dos plantas y los dormitorios se encuentran en la parte alta, por lo que tanto Alfonso J. J, como su familia se quedaron arriba y pidieron a los intrusos que se marcharan. Pero al no hacerlo, el hijo del investigado bajó las escaleras y se enfrentó a los jóvenes de Gallur. El padre ha contado que acudió en su ayuda y recibió un fuerte golpe en la cara con un bastón o un trozo de madera que le partió la nariz. Sintiendo que tanto su vida como la de los suyos corría peligro, se fue a buscar su escopeta y trató de intimidar con ella a los asaltantes para que se marcharan. Sin embargo, el detenido asegura que ni así lo hicieron, por lo que acabó abriendo fuego contra ellos.

La juez ha decretado el secreto de sumario, por lo que todavía no ha trascendido el resultado de la autopsia. En cualquier caso, fuentes próximas a la investigación señalan que Manuel C. H. recibió un disparo en el pecho que le causó la muerte de forma inmediata. El menor que le acompañaba también fue alcanzado por los perdigones, causándole una lesión grave en el húmero de la que fue asistido en el Hospital Clínico de Zaragoza, no corriendo peligro su vida.

La abogada Olga Oseira, encargada de la defensa del encausado, ha tratado de evitar su envío a prisión. Para ello, ha recordado a la juez que Alfonso J. J, carece de antecedentes penales y actuó en defensa propia porque pensó que su vida y la de su familia corrían peligro. La letrada explicó también que se trata de un vecino perfectamente integrado en Ejea, donde trabaja desde hace año. En cuanto al arma, el detenido es cazador y contaba con la licencia reglamentaria.

El delicado estado de salud del investigado, que fue operado hace poco tiempo, fue también uno de los motivos que la defensa esgrimió para impedir la prisión provisional. Sin embargo, dada la gravedad de los hechos, el juez de guardia acabó decretando el envío al centro penitenciario de Zuera del autor de los disparos como presunto autor de un delito de homicidio y otro de lesiones.

La Guardia Civil y la Policía Local han reforzado la vigilancia en la ciudad tras el suceso para evitar posibles represalias por parte de la familia del fallecido, que residía en Gallur pero procede de Pedrola. Sin embargo, ni durante la madrugada ni ayer se produjeron problemas. De hecho, la mujer e hijos del investigado han abandonado provisionalmente Aragón.

Por otro lado, la jueza ha interrogado también este viernes, en calidad de detenidos por delitos de lesiones y amenazas a los otros dos jóvenes de Gallur que acompañaban a las víctimas y no resultaron heridos, así como a dos testigos presenciales de los hechos. Los dos primeros negaron que agredieran o amenazaran a alguien y han asegurado que fueron los ocupantes de la casa quienes abrieron la puerta. La juez los puso en libertad pero les prohibió aproximarse a Ejea.

En cuanto al móvil de lo sucedido, se refuerza la tesis de las rencillas familiares.

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