Condenada por denuncia falsa la joven que acusó de agresión sexual a un rival grafitero

La mujer contó que un desconocido la había atacado en el parque Delicias durante las Fiestas del Pilar de 2018.

La vista oral se ha celebrado en la Audiencia de Zaragoza.
La titular del Juzgado de lo Penal número 4 la acaba de condenar al pago de 17 meses de multa (3.060 euros) por un delito contra la Administración de Justicia cometido al denunciar a una persona por unos hechos inexistentes.
José Miguel Marco

La mentira tiene las patas cortas y a Abyuli V. F., de 35 años, le ha salido, además, cara. En total, 5.060 euros más las costas del proceso judicial que se ha derivado de la denuncia falsa por agresión sexual que interpuso en octubre de 2018 contra F. M. V. La titular del Juzgado de lo Penal número 4 la acaba de condenar al pago de 17 meses de multa (3.060 euros) por un delito contra la Administración de Justicia cometido al denunciar a una persona por unos hechos inexistentes. Además, deberá indemnizar a su víctima con 2.000 euros por los daños morales que le ha causado (estuvo detenido e investigado).

El que era entonces su novio, Jonathan M. A., se ha librado de ser juzgado por el mismo delito que Abyuli V. F., pero parece que no ha escarmentado con lo sucedido a su amiga, ya que la declaración que prestó como testigo de los hechos durante la vista oral celebrada el pasado 7 de febrero ha levantado de nuevo las sospechas de la magistrada, que ha ordenado que se investiguen sus declaraciones por si pudieran ser constitutivas de un delito de falso testimonio.

La sentencia, aunque no es firme, es el colofón al empeño de F. M. A. y su abogada, Olga Oseira, en demostrar que él no atacó nunca a Abyuli V. F. y que, al contrario, fue él quien recibió tres golpes con un palo en la cabeza, propinados por Jonathan M. A., que le abrieron una brecha en la que le tuvieron que dar puntos.

En su denuncia, la mujer contó que había sido atacada por un individuo cuando esperaba a que su novio saliera de los urinarios públicos. Contó que ese "desconocido" le había dicho "qué pasa contigo, puta" y luego la había agarrado del pelo, tirado al suelo y le había metido la mano por debajo de la ropa interior. Añadió que los gritos alertaron a su pareja, Jonathan M. A., que le quitó de encima al supuesto agresor pegándole con una estaca de madera en la cabeza. El herido salió corriendo y pidió ayuda a la Policía Local, pero en ese momento llegó la pareja y lo acusó de agresión sexual. Los tres fueron conducidos a comisaría y F. M. A. pasó una noche en el calabozo hasta ser puesto a disposición judicial. La juez de instrucción 3 lo dejó en libertad provisional, con medidas de alejamiento respecto a Abyuli V. F., mientras se investigaba el caso.

Una condena anterior

Las indagaciones posteriores revelaron que la agresión sexual no se había producido y lo que realmente había tras esta maniobra era una abierta hostilidad entre las tres personas, puesto que eran grafiteros que se iban tapando las firmas unos a otros. La mujer había dejado patente su enemistad en distintos mensajes en Instagram con amenazas, que luego borró aunque la juez conservó pantallazos de los mismos. Ese día se habían citado en el parque para resolver su conflicto grafitero.

La constatación de todo esto sirvió para archivar el caso contra F. M. V. y posteriormente juzgar y condenar a la pareja a sendas multas de 480 euros por delitos leves de amenazas y lesiones. Ahora, otra juez considera totalmente probado que la denuncia por agresión sexual fue una venganza por los grafitis.

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