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La Fiscalía rectifica y pide más cárcel por la brutal paliza a un policía en un bus de Zaragoza
Un «error informático» hizo que se presentara ante la juez un escrito de calificación provisional que había sido revisado. El sindicato SUP acusaba también al agresor de un delito de odio, pero la juez instructora lo descarta.
No será una condena de tres años y nueve meses de prisión sino una pena de hasta cinco años la que la Fiscalía pida finalmente para Bilal Moujami, el joven de origen argelino que el pasado 17 de octubre dio una brutal paliza a un inspector de la Policía Nacional fuera de servicio en un autobús urbano de Zaragoza por pedirle que respetara las normas contra la covid-19 y se pusiera la mascarilla. Según ha podido saber HERALDO, un "error informático" hizo que el Ministerio Público remitiese a la juez que instruye la causa un escrito de calificación provisional que no era el correcto. Y al conocer a través de la información publicada el pasado domingo por este diario que la calificación presentada estaba equivocada, la Fiscalía se ha apresurado a subsanar el fallo.
El escrito definitivo apenas varía un par de líneas con respecto al primero, pero estas serán especialmente importantes de cara al juicio, ya que son las que contienen la calificación jurídica de los hechos. El Ministerio Público atribuye al presunto agresor los mismos delitos en una y otra calificación: uno de atentado y otro de lesiones. Sin embargo, mientras en la primera versión estas últimas eran del artículo 147.1 en concurso ideal con el artículo 77.2 del Código Penal, en el escrito presentado ahora se las vincula con el artículo 148.1 en relación con el 147.1. Se trata de un tecnicismo, pero permitirá proponer un castigo mayor para el acusado, al que se detuvo en Alicante cuando trataba de huir del país.
Cabe recordar que en la causa que dirige la titular del Juzgado de Instrucción número 6 de Zaragoza se han personado también los abogados de los sindicatos SUP, al que pertenece la víctima, y Jupol. La primera, Pilar Sangorrín, pedía una condena de 12 años de cárcel por delitos de atentado, lesiones, amenazas graves y odio. Por su parte, el letrado Marco Antonio Navarro, propuso una pena de 6 años de cárcel por un delito de atentado y otro de lesiones.
La Fiscalía se mostró en su día en contra de que a Bilal Moujami fuera llevado a juicio por un delito de odio "sobre el que ni siquiera se tomó declaración como investigado al acusado". Y así lo entiende también la juez.
La juez no ve delito de odio
La magistrada ha dictado ya el auto de apertura de juicio oral, en el que recuerda que el pasado 31 de diciembre se acordó el sobreseimiento de la causa respecto del delito de odio. Por lo tanto, el SUP tendrá que reducir de 12 a 10 años su petición de cárcel. Lo que también ha resuelto la instructora es que el autor de la paliza siga en prisión provisional hasta que la Audiencia de Zaragoza celebre el juicio.
Las tres acusaciones coinciden en el "desproporcionado y brutal comportamiento" del encausado, al que reprochan también su ensañamiento. Cuando la víctima trataba de calmarlo, el argelino tomó impulso y le lanzó dos fuertes patadas al pecho. El inspector se desequilibró y cayó sobre los asientos. Acto seguido, se colocó a horcajadas sobre el policía, que sigue de baja, y le propinó la brutal paliza.
