El comité de empresa del bus urbano de Zaragoza se reunirá este jueves para estudiar un posible recrudecimiento de la huelga que mantiene desde hace once meses con la concesionaria del servicio, Avanza, por la firma de un nuevo convenio colectivo. «La plantilla nos está pidiendo endurecer los paros ante la falta de avances en la negociación», apuntó Javier Anadón, portavoz sindical. Mientras, la plantilla del tranvía ha retrasado hasta el día 11 el referéndum en el que la plantilla debe pronunciarse sobre el preacuerdo alcanzado por las partes para finalizar el conflicto. En cualquier caso, los conductores anticiparon ayer el apoyo en un votación preliminar en asamblea con 31 votos a favor y 8 en contra.

El último encuentro celebrado el pasado jueves en el Servicio Aragonés de Mediación y Arbitraje (SAMA) entre el comité del bus y representantes de Avanza se saldó como todos los anteriores, sin un acercamiento de las posturas que sirviera para acabar con el que es, junto con el del tranvía, el conflicto laboral en un servicio público más largo de la ciudad.

Tras la reunión, Avanza criticó al comité por tener, según dijeron, «unas exigencias económicas inasumibles» y «nula vocación negociadora». Sin embargo, los sindicatos acusaron a la empresa de querer «prorrogar» el convenio y reiteraron que su propuesta salarial es «insuficiente».

De esta forma, la huelga indefinida que tienen convocada los conductores en semanas alternas ha vuelto a afectar desde el lunes a la normalidad del servicio. Anadón aseguró ayer que el comité va a «estudiar» fórmulas para «endurecer» los paros, tal y como dice estar reclamando la plantilla.

Efecto contagio

El portavoz de los trabajadores del bus se mostró «respetuoso» con el preacuerdo alcanzado por el comité del tranvía y la empresa, que deberá ser ratificado el viernes por la plantilla. En cualquier caso, y pese a que ambas protestas han unido sus fuerzas en los últimos meses, descartó que se vaya a producir un efecto contagio que acelere la resolución de la huelga de Avanza. «Cada comité pone su listón», apuntó.

De momento, los conductores del tranvía respaldaron este martes de forma inicial el preacuerdo alcanzado con una votación en asamblea que arrojo un apoyo mayoritario, aunque el resto de la plantilla todavía tiene que pronunciarse en referéndum.

Los conductores han votado antes porque el acuerdo estaba ligado a la suspensión de un juicio que debía celebrarse hoy entre este colectivo y la empresa relativo a los registros de jornada.

El referéndum definitivo se pospone además hasta el día 11 ya que el comité quiere reunirse con la empresa para «detallar con total exactitud» el acuerdo redactado, ya que «los trabajadores ven ambigüedades» en algún punto que «debe ser aclarado antes de la votación».

Por su parte, el Ayuntamiento celebró el principio de acuerdo alcanzado in extremis para suspender la huelga del tranvía a la espera de conocer la postura de la plantilla. «Es una buena noticia, pero tienen que votar los trabajadores y hasta entonces seremos prudentes», dijo el alcalde, Jorge Azcón. «Se demuestra que la negociación entre la empresa y los sindicatos da sus frutos», añadió.

En la misma línea, la edil de Movilidad, Natalia Chueca, dijo que se trata de una «muy buena noticia para la ciudad» aunque pidió «cautela». Además, confió en que sirva para acelerar el final de la huelga del bus.