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El Ayuntamiento de Zaragoza estudia cómo cubrir parte de las Murallas Romanas para frenar su deterioro

Un informe advierte del riesgo de "colapso" del tramo entre La Zuda y Echegaray. La restauración del resto del monumento sigue a la espera de financiación.

Los restos de las Murallas más próximos al Ebro acumulan vegetación, basura y humedad.
Los restos de las Murallas más próximos al Ebro acumulan vegetación, basura y humedad.
Toni Galán

Los restos arqueológicos del entorno del Torreón de la Zuda, formados fundamentalmente por estructuras de las Murallas Romanas, pero también del alcázar musulmán, sufren un grave deterioro que amenaza su integridad

Así lo señala un informe municipal que advierte del riesgo de «colapso» de no intervenir «con urgencia» en la zona. Por ello, el Ayuntamiento de Zaragoza estudia una fórmula para cubrir el lugar, ahora a la intemperie, sin ocultarlo al público, de acuerdo a las indicaciones de la Comisión de Patrimonio del Gobierno de Aragón.

El Consistorio presentó en 2020 un proyecto para proteger y realzar las Murallas Romanas en su conjunto, una propuesta que se articulaba en dos fases. Por un lado, se intervendría en el tramo que va del Torreón de la Zuda al Mercado Central. En concreto, se prevé limpiar y consolidar esta estructura milenaria de la ciudad, acondicionar el perímetro y renovar todo el sistema de iluminación.

El coste del proyecto asciende a 790.000 euros y el gobierno PP-Cs anunció su ejecución entre 2021 y 2022, con una duración de las obras de ocho meses. Sin embargo, los trabajos todavía no se han iniciado. El Consistorio solicitó una subvención de 513.000 euros al Ministerio, que finalmente no ha sido concedida, así que ahora se deberá sufragar a cargo del presupuesto municipal, en fase de tramitación.

En cuanto a la segunda fase, se centra en los restos ubicados más al norte, entre el Torreón de la Zuda, la Iglesia de San Juan de los Panetes, y el paseo de Echegaray. En este caso, el Ayuntamiento presentó un proyecto de restauración y cubrimiento que no convenció inicialmente a la Comisión de Patrimonio.

Para tratar de argumentar la necesidad de intervenir en la zona, el Consistorio presentó un informe en el que se advierte de que los restos están sufriendo «afecciones», principalmente por la humedad, que «están amenazando su estabilidad y conservación».

Dos décadas a la intemperie

Los restos permanecen a la intemperie desde la excavación arqueológica que se llevó a cabo entre 1999 y 2003. Según advierten los técnicos municipales, los elementos catalogados del entorno del Torreón de la Zuda se han convertido en «una especie de cubeta en la que el agua de lluvia se queda estancada sin posibilidad de drenaje». A ello hay que sumar la humedad freática que está afectando a la «adherencia y resistencia de los paramentos».

El documento también alude a la presencia de basuras, vegetación e, incluso, una «pequeña sima o dolina». De igual modo, avisa de derrumbes y desprendimientos en los perfiles de tierra pendientes de excavación. Por todo ello, se solicitan medidas «con urgencia», la primera de ellas, la instalación de un sistema de cubierta.

En este sentido, el Ayuntamiento presentó una propuesta que no logró el visto bueno de la Comisión de Patrimonio, y ahora se trabaja en otra fórmula que sí cumpla con sus indicaciones. En concreto, «se deberá emplear un sistema de cubrimiento ligero, totalmente cerrado en su parte superior que maximice la visualización de los restos, que los proteja efectivamente de la humedad y que sea compatible con la visualización y valores propios de los edificios colindantes».

Además, Patrimonio recuerda que «la finalidad del proyecto debe ser la protección de los restos arqueológicos», por lo que, «simultáneamente a la actuación, se procederá a su restauración y consolidación».

Las cloacas romanas se podrán visitar de forma virtual

Una visita virtual en tres dimensiones permite a cualquier ciudadano descubrir todos los detalles de las Murallas Romanas de Zaragoza. El Ayuntamiento presentó en abril del año pasado la herramienta, que no solo acerca los restos visibles de la milenaria defensa, sino que también se adentra en sótanos y estancias subterráneas del entorno.

La visita está planteada con un recorrido de 360 grados por el trazado de la avenida de César Augusto, el Coso y el paseo de Echegaray y Caballero, y abarca un distancia de 2.650 metros lineales y 44 hectáreas. Cuenta con fotos, textos explicativos y vídeos de alta resolución.

Ahora, el Ayuntamiento quiere ampliar esta iniciativa y, con la misma filosofía, digitalizar y acercar al público la red de cloacas romanas de la capital.

Aunque apenas son visitables, hay más de 30 restos de cloacas del siglo I catalogados en la ciudad. Las hay bajo viviendas particulares (por ejemplo, en las calles de San Lorenzo, Estébanes o Jussepe Martínez), pero también bajo el palacio de los Morlanes o la Casa de la Mujer.

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