El juez envía a prisión al agresor del piso de refugiados de San José por tentativa de homicidio

La pelea entre el acusado y la víctima comenzó por la desaparición de una mochila, de lo que culpaba al detenido. Un amigo del herido vació un extintor para separarles.

Manchas de sangre en el portal de la vivienda donde ocurrió la agresión
Manchas de sangre en el portal de la vivienda donde ocurrió la agresión
HA

El juez ha decretado el ingreso en prisión por tentativa de homicidio del presunto agresor que envió al hospital Miguel Servet a uno de sus compañeros del piso de refugiados que compartían en la avenida de San José tras causarle lesiones graves durante una pelea. El arrestado, H. B., de 31 años y de origen magrebí, convivía en esta vivienda con la víctima, M.M., de 24 y también natural de Marruecos, junto a otros siete hombres, de los que algunos fueron testigos de la pelea que hubo entre ellos.

La disputa se produjo la madrugada del pasado viernes y los gritos originados alertaron a los vecinos. La Policía recibió sobre las 4.40 un aviso de que había un varón apuñalado en el rellano de un piso que se desangraba. Todo comenzó cuando la víctima y un amigo empezaron a reclamar al presunto agresor una mochila que compartían. Esta, aseguraban, había desaparecido de la habitación de ambos después de que H. B. hubiera estado un rato en ella junto a ambos mientras se cambiaban de ropa.

A raíz de esta demanda, según las declaraciones de dos testigos directos que constan en el atestado al que ha tenido acceso este diario, se inició una fuerte discusión en el dormitorio del agredido que dio paso a una pelea en el pasillo. Tras este primer encontronazo, los tres bajaron a la calle e incluso estuvieron con la policía.

Tras marcharse los agentes regresaron al domicilio y H. B. y M. M. volvieron a enzarzarse, declaró uno de los testigos. Al principio solo usaron las manos, pero en un momento determinado, el arrestado cogió un cuchillo de un cajón de la cocina al mismo tiempo que agarraba a la víctima. Dos hombres que presenciaban lo que estaba pasando intentaron quitárselo. El amigo de la víctima le roció con un extintor para separarlos y aprovecharon para arrebatarle el arma blanca que dejaron sobre la nevera.

La disputa fue más allá cuando el agresor acabó refugiándose en su habitación y uno de los varones que había intentado parar la riña acudió a decirle que devolviese la mochila si la tenía. Tras él llegó M. M. y la pelea entre ambos se volvió a reanudar.

Un vídeo de once segundos

El individuo que estaba con ellos en la habitación dice que quiso separarlos y al ver que no podía grabó lo que estaba sucediendo con su teléfono móvil. Mientras, el amigo de la víctima que había usado el extintor intentaba acceder a la estancia pero se lo impedían H. B. y M.M. que forcejeaban apoyados contra la puerta.

Al no poder entrar, de acuerdo con la versión de los hechos que relata el hombre que grabó la pelea, acabó disparando el extintor por debajo de la puerta. Por ello, tanto él como el presunto agresor tuvieron que salir a la terraza porque se estaban ahogando y cuando volvieron a entrar ya no había nadie. La víctima, con un gran corte en la espalda, y su compañero estaban en el rellano.

La grabación del móvil de once segundos muestra cómo durante el forcejeo la víctima tiene en todo momento sujeta con la mano derecha una taza blanca que el detenido agarra por el asa con la izquierda.

Herida de 20 centímetros

La víctima, cuya defensa ejerce Cristina Martínez, permanece ingresada en el hospital Miguel Servet y presenta una herida inciso contuso oblicua, en la región dorsal izquierda, de unos 20 centímetros "que afecta a planos musculares profundos", según el parte del centro.

En la vivienda, que gestiona la fundación Apip Acam que trabaja con refugiados, la Policía encontró sobre la nevera el cuchillo de cocina con el que el detenido amenazó a la víctima. En el dormitorio de la pelea había fragmentos de una jarra de porcelana rota y uno de ellos, de forma puntiaguda, parecía tener restos de sangre. También se encontró una barra de aluminio de un perchero con la que, indicó el arrestado, le habría golpeado la víctima.

M. M., que no opuso resistencia a ser detenido en el piso. Tenía restos de sangre en el brazo izquierdo, donde fue atendido de un corte. Estaba cubierto completamente con polvo azul de extintor.

Comentarios
Debes estar registrado para poder visualizar los comentarios Regístrate gratis Iniciar sesión