Los cofrades zaragozanos cruzan los dedos: parece que este 2022, al menos, los preparativos están en marcha. Tras dos años en los que la pandemia impidió que se celebraran las procesiones de Semana Santa, el Ayuntamiento acaba de dar autorización para iniciar los ensayos de instrumentos, lo que permite intuir que -si la situación sanitaria lo permite- en unos meses podrá volver a celebrarse la semana de Pasión en la calle.

El área de Servicios Públicos ha autorizado desde el próximo sábado y hasta el 10 de abril un total de 26 espacios en los que los cofrades pueden ir a ensayar con sus bombos, tambores, carracas, cornetas… La mayoría son parques, espacios de ribera y patios interiores de colegios, donde algunas hermandades tienen su sede canónica. Se especifican los horarios de los permisos y, también, se indica que los participantes han de situarse lo más lejos posible de las urbanizaciones y las zonas residenciales. Por citar solo unos ejemplos, los hermanos de la Entrada de Jesús en Jerusalén tocarán las próximas semanas en el parque de la avenida de los Pirineos situado junto al colegio El Pilar. La Eucaristía lo hará en el recinto ferial de Valdespartera, en la calle Centauros del Desierto. El Huerto se irá a la zona de la Torre del Agua, mientras que la Humildad ensayará junto a las tapias del cementerio de Torrero (al lado de la puerta vieja). 

Los cofrades de la Coronación está citados en el Camino de los Molinos y el Ecce Homo en el Tío Jorge. En los campos de atletismo de la Federación coincidirán la Columna, la Verónica y el Despojado. El paseo de la Ribera, el parque del Oeste o la explanada de la telecabina será otros espacios donde se desempolven las baquetas y comiencen a sonar las marchas.

La resolución municipal incide en que “será de inexcusable cumplimiento lo dispuesto en la ley de medidas urgentes de prevención de la covid”, por lo que los ensayos habrán de hacerse con mascarillas (salvo para los instrumentos de viento) y manteniendo una distancia de dos metros entre los participantes.

Aunque los días y horarios de ensayos son amplios, siempre hay una interrupción entre las 14.00 y las 16.30, y en ningún caso se podrá tocar más allá de las nueve de la noche. El permiso, además, podrá revocarse “en cualquier momento si se observan molestias graves o se producen reclamaciones por ruidos de los residentes en la zona”, especifica la resolución municipal. Recuerda el Ayuntamiento las limitaciones de la ordenanza de protección contra ruidos y vibraciones, que inciden en que el nivel sonoro no puede superar los 90 decibelios, medidos a cinco metros de distancia del foco sonoro. Además, la disposición de las cuadrillas tampoco deberá interrumpir o entorpecer gravemente el tránsito peatonal.

La Semana Santa de este 2022 es bastante tardana, por lo que aún es un misterio saber cuál será la evolución del virus y los contagios de ómicron (si no sale una variante nueva) de aquí a tres meses. El 10 de abril es el Domingo de Ramos, con lo que el día anterior se celebraría el pregón que en 2020 fue telemático y en 2021, a puerta cerrada. Además, si por algo se caracteriza la Semana Santa zaragozana es por su intensa cuaresma cultural en la que semanas antes del estruendo de tambores se juntan conferencias, exposiciones y entrega de premios. Una fecha marcada en rojo en el calendario de los cofrades es el concurso de tambores, que este año debería celebrarse en torno al 3 de abril y para el que las hermandades ya están ideando qué marchas llevar a escena.

José Miguel Marco

Mariano Julve, presidente de la Junta Coordinadora, explica que las autorizaciones para los ensayos de los portadores de peanas y costaleros no tardarán en llegar y que se han trasladado también al Consistorio las propuestas de recorridos de los desfiles de las distintas congregaciones para que los servicios analicen la viabilidad de llevar los desfiles por unas u otras calles. El trabajo conjunto con Servicios Públicos, Policía Local y Los Tranvías es fundamental, así como hacer las solicitudes con previsión porque siempre hay farolas que apagar o contenedores que apartar momentáneamente al paso de las imágenes. Habitualmente los primeros permisos se tramitan ya en noviembre y las solicitudes definitivas suelen llegar en febrero. El documento de peticiones suele tener una docena de páginas (y en una letra endiabladamente pequeña) pues en él se detallan desde las necesidades de una tarima en la plaza del Pilar, el permiso para la megafonía de las predicaciones, la conveniencia de que la Policía Local a caballo acompañe algunas procesiones o, incluso, el estudio de la poda de ciertos árboles que pueden complicar los viacrucis. El año pasado, aunque toda esta documentación se preparó en tiempo y forma, las restricciones derivadas de la pandemia hicieron que la Junta ni siquiera llegara a enviarla: entonces aún regía el toque de queda y el veto a las reuniones multitudinarias. Finalmente, en coordinación con el Arzobispado, se decidió dejar abiertas las iglesias con los pasos para que los fieles pudieran venerarlas.

Hay que contar que los tambores, las imágenes patrimoniales y también los costaleros suelen atraer a miles de espectadores a las calles en unas celebraciones que están catalogadas de Interés Turístico Internacional. También ha sido una tradición que el Ayuntamiento presentara el cartel anunciado en el salón de turismo de Fitur que precisamente comienza hoy se prolonga hasta el domingo en el recinto Ifema de Madrid.

La Asociación para el Estudio de la Semana Santa tenía previsto presentar el año pasado un estudio sobre el impacto económico de las celebraciones, que en más de una ocasión el Consistorio ha cifrado en unos 20 millones de euros. La citada asociación recuperará aquella convocatoria este año y buscará también fechas para entregar los galardones Tercerol que tiene pendientes. De momento, el pasado mes de diciembre ya presentó en sociedad los dos últimos números de su revista, además de un libro de la historia de la música en la Semana Santa.