Illueca, Brea de Aragón y Pradilla cancelan sus fiestas patronales
Mallén sigue de cerca la evolución del coronavirus para configurar el programa definitivo de los festejos de San Blas.
Los Ayuntamientos de Illueca y Brea de Aragón han decidido suspender la celebración de sus fiestas en honor a San Babil –del 22 de enero al 25– y San Blas –5 y 6 de febrero–, respectivamente. Pradilla de Ebro tampoco disfrutará de sus festejos mayores, que comenzaban hoy.
En la capital del Aranda, el propio Consistorio junto con la Comisión de Festejos decidió aplazar la mayoría de eventos y actividades. No habrá fiestas pero sí se celebrarán los actos religiosos el día del patrón y habrá fuegos artificiales desde el Castillo del Papa Luna. El alcalde de la localidad, Ignacio Herrero, aclaró que los festejos quedaban postergados hasta que se pudiesen "organizar con la seguridad y garantías sanitarias necesarias".
En Brea de Aragón, las fiestas se han suspendido por segundo año consecutivo. El alcalde, Raúl García, emitió la decisión del plenario por la cual se acordaba cancelar los diferentes actos previstos "dada la situación provocada por la covid-19".
En la Ribera Alta, los vecinos de Pradilla de Ebro tendrán que esperar para poder celebrar las fiestas mayores en honor a San Sebastián. Hubieran comenzado hoy, sin embargo, la decisión del Ayuntamiento es posponer la totalidad del programa hasta que la situación sanitaria resulte más favorable.
Por su parte, el Ayuntamiento de Mallén sigue la evolución de los datos de la pandemia para configurar el programa definitivo de las fiestas de San Blas, que se celebran el primer fin de semana de febrero. De momento, ya han descartado la celebración de la discomóvil. "La prudencia nos hace pensar en programar un concierto de tarde para el sábado con todo el mundo sentado en sillas y con mascarilla", explicó el alcalde, Rubén Marco.
Otras cancelaciones
En el caso de Torralba de Ribota, en la comarca Comunidad de Calatayud, las fiestas en honor a San Sebastián, previstas para este fin de semana, entre el 21 y el 23 de enero, se suspendieron cuando las orquestas y actividades ya estaban contratadas y se habían publicado incluso los carteles anunciadores. El alcalde, Alfonso Puerta, reconoció que la decisión fue «difícil y muy dura».
