agresiones sexuales

Un acusado de una violación denunciada en el Pilar de 2019 se enfrenta a 12 años de cárcel

La chica tenía 15 años cuando ocurrieron los hechos y afirma que fue atacada cuando salía del recinto ferial de Valdespartera.

El presunto autor de la agresión sexual, este lunes en los pasillos de la Audiencia de Zaragoza.
El presunto autor de la agresión sexual, este lunes en los pasillos de la Audiencia de Zaragoza.
Toni Galán

La Audiencia Provincial de Zaragoza juzgará este miércoles una de las dos agresiones sexuales denunciadas durante las fiestas del Pilar de 2019. La víctima fue una joven de 15 años que fue abordada en el recinto ferial de Valdespartera durante el último día de celebraciones festivas por un joven que presuntamente la increpó y la agredió sexualmente.

La denuncia presentada por la menor no fue merecedora de que se activase el protocolo de respuesta institucional –firmado en 2016 por el Ayuntamiento de Zaragoza y respaldado por todos los grupos políticos–, previsto para casos de violencia sexual contra la mujer en los festejos populares. Entonces se argumentó que desde la Delegación del Gobierno se había informado de un caso de ‘abuso’ sexual y el Consistorio decidió no activarlo al entender que no era ‘agresión’.

Sin embargo, desde el principio el juez instructor no lo tuvo tan claro y tramitó el caso como procedimiento de sumario, dado que entendió que se trataba, tal y como relataba los hechos la víctima, de una clara violación. De hecho, a fecha de hoy, la Fiscalía solicita para el acusado una pena de 12 años de cárcel.

La menor denunció en su día que acababa de dejar a sus amigas en el Espacio Zity cuando vio a un conocido y se dirigió a él para recriminarle unos comentarios que había hecho sobre ella ese día. Con este joven había otros que comenzaron a increparla y a reírse de ella haciendo alusión a su físico de forma despectiva e insinuando que nadie se iba a fijar en ella por cómo era. La chica decidió marcharse, pero, tal y como relató entonces, dos la siguieron, le pusieron la zancadilla y cayó al suelo. En esa situación, uno se puso encima, le hizo tocamientos y, con violencia, le introdujo los dedos en la vagina con los ‘leggings’ puestos.

La adolescente manifestó en su denuncia que ofreció resistencia y logró zafarse de ellos lanzando un puñetazo al agresor y pudo huir a la carrera. Acto seguido, se dirigió a la puerta dos del Espacio Zity en busca de refugio y ayuda. Allí fue auxiliada por el personal de seguridad y, tras activar el protocolo Violeta, recibió asistencia sanitaria y fue atendida por la Policía. Después fue trasladada al hospital para ser examinada por una forense y, por la tarde, sus padres formalizaron la denuncia ante la Policía Nacional.

La investigación derivó en la detención de los dos sospechosos como presuntos autores de un delito de agresión sexual y el juez dictó una orden de alejamiento que les prohibía acercarse a la chica a menos de 200 metros.

Al final, el juez decretó auto de apertura de juicio oral contra Gerardo B. S. y la acusación se dirigió solo contra él por un delito de agresión sexual con penetración. La Fiscalía pide para él 12 años de prisión, mientras que la defensa, ejercida por el abogado Javier Alcober, solicita la absolución porque cree que los hechos no sucedieron tal y como cuenta la víctima y que su cliente es inocente.

La vista debería haberse celebrado este lunes en la Audiencia Provincial de Zaragoza, pero un error a la hora de citar a los funcionarios del Cuerpo Nacional de Policía que investigaron los hechos impidió que se llevara a cabo. El tribunal de la Sección Sexta decidió citar de nuevo a todas las partes y a los testigos este miércoles.

A vueltas con el protocolo

Desde 2016, cuando todos los grupos del Ayuntamiento de Zaragoza acordaron dar una respuesta institucional a cualquier agresión sexual en las fiestas del Pilar, cada año se han interrumpido varias veces cinco minutos y se ha guardado uno de silencio en la puerta de la casa consistorial.

Pero, a veces, como ocurrió en 2019, no se ponen de acuerdo en lo que es o no agresión, a pesar de que el protocolo define como violencia sexual "cualquier tipo de comportamiento de naturaleza sexual forzado por el agresor o no consentido por la víctima". A raíz de la polémica de 2019, el Ayuntamiento anunció que pensaba modificar el protocolo. Estas pasadas fiestas no hubo discrepancias.

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