La rehabilitación del edificio de Giesa en Zaragoza fía su futuro a la llegada de financiación privada

Solo habrá fondos para redactar proyectos y adecuar la plaza exterior con cargo a la partida de regeneración de barrios.

Vista de una de las naves de la antigua factoría de Giesa, en el barrio de Las Fuentes
Vista de una de las naves de la antigua factoría de Giesa, en el barrio de Las Fuentes
Oliver Duch

La rehabilitación integral de las antiguas naves de Giesa, en el distrito de Las Fuentes de Zaragoza, tendrá que esperar. Después de que el año pasado se incluyeran 1,5 millones de euros que finalmente no se ejecutaron, este ejercicio no habrá una partida específica y solo recibirá dinero a través de la de regeneración de barrios, que cuenta con 250.000 euros. De este modo se podrán hacer obras de adecuación de la plaza exterior y redactar proyectos. El futuro del plan director quedará a expensas de que llegue financiación privada.

Así lo explicó el concejal de Urbanismo, Víctor Serrano, que defendió una fórmula de colaboración público-privada para impulsar nuevos usos, dadas las grandes dimensiones del complejo y la gran inversión necesaria. De hecho, el gobierno municipal PP-Cs ha explorado en los últimos meses algunas soluciones con distintas empresas sin que hayan llegado a fructificar. "Quien diga que hay dinero miente. Se quiere hacer un proyecto de ciudad que no vaya con cargo al presupuesto", afirmó Serrano.

Insistió en que se va a actuar en la plaza y que se van a redactar proyectos. Pero también dejó claro que no se va a acometer ninguna obra que no cuente con los 16 votos que dan la mayoría absoluta en el pleno. Se intentará poner en marcha una propuesta del auditorio, reclamado por los vecinos y valorada en unos 3 millones de euros, aunque Serrano expresó sus reparos a intervenciones puntuales que puedan dificultar en el futuro una actuación integral sobre todo el conjunto.

Usos diversos

De momento, el Ayuntamiento adjudicó el pasado mes de noviembre la redacción del plan director de Giesa a la consultora Playarquitectura. En los pliegos de condiciones se sentaban las bases de lo que debía ser la rehabilitación, con distintos usos posibles para el emblemático edificio. Entre los más destacados figuraba la posibilidad de construir en la nave situada junto a la calle de San Joaquín un auditorio al estilo del que diseñó el arquitecto Renzo Piano en la antigua refinería de azúcar Eridania, en Parma. Podría tener capacidad para unas 780 personas.

Pero no es este el único uso proyectado. Para las naves situadas al sur del recinto se planteó un espacio destinado al empleo, el emprendimiento o las actividades artísticas. En la vieja zona de oficinas de la calle de Yolanda de Bar, que suma 2.111 metros cuadrados en sus tres plantas y que en la actualidad está completamente vandalizada, se podrían ubicar talleres artesanales o incluso locales comerciales. Otras posibilidades eran la opción de ubicar allí apartamentos sociales, espacios para emprendedores o dependencias municipales diversas.

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