El estado de los ríos sigue siendo motivo de queja generalizada en localidades como Morés, en el cauce del Jalón, o Cimballa, a orillas del Piedra. De hecho, los vecinos de ambos municipios reclaman una mayor implicación por parte de la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE), a la que piden que adecente los cauces. "Hace poco vino Tragsa, pero solo quitó dos chopos y unas pocas ramas. Aquí se necesita algo más", apunta Esther Serrano, alcaldesa de Morés. Pero no es la única que demanda actuaciones. "Todo ese islote se ha ido creando poco a poco. Y ahora hay una docena de chopos de más de 20 metros, además de troncos arrastrados", señala el concejal de Morés y responsable de la pedanía de Purroy, Fernando Cabello, mirando al río.

En este enclave, Santiago Gimeno, vecino de la localidad, explica que "en el puente de la carretera a Morata de Jalón hay tres ojos y dos están tapados por un amasijo de tierra y piedras que hace de escudo en las crecidas y provoca que el agua retroceda anegando campos y algunas edificaciones". La alcaldesa de Morés también menciona este problema. "Hemos mandado más de una carta y hemos avisado, pero falta hacer algo más para que el río esté como antes, porque en muchos puntos se ha estrechado el cauce con maleza y sedimentos". El barranco de Trasmont es otro de sus quebraderos de cabeza: "En la última avenida levantó las obras que habían hecho, que hubiera sido mejor soterrarlo para que no se lleve el camino".

Tres intervenciones desde 2021

Desde la CHE apuntan que en esta zona se han realizado, desde principios de 2021, tres intervenciones, dos en el propio Morés y otra en Purroy, de "retirada de taponamientos" con el objetivo de conseguir la "recuperación de la capacidad de desagüe". Añaden que la única petición que les consta es el arreglo del barranco de Trasmont, que "se realizará en cuanto sea técnica y económicamente posible". Sí que recuerdan desde el organismo que "en años anteriores sí ha habido solicitudes, pero cuando se refieren a azudes o puentes ya se les ha transmitido que la obligación de mantenimiento es de los titulares de las infraestructuras". Recuerda la CHE que también otras administraciones tienen responsabilidades, como los ayuntamientos en los tramos urbanos.

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En uno de los afluentes del Jalón, el Piedra, el último episodio de complicaciones llegó en septiembre y se centró en Cimballa y Llumes, pedanía de Monterde. "Entró en dos casas, en el albergue, inundó y destrozó muchas acequias de la vega, tuvimos que llamar a una empresa de limpieza porque entró hasta en el molino", recuerda Cecilio Roy, alcalde de Cimballa. En su caso, reconoce que desde la CHE le han transmitido el compromiso de revisar sobre el terreno nuevas actuaciones. "Hace falta limpiarlo bien y también los barrancos; y no solo este, todos", insiste el regidor. En la zona, las comunidades de regantes han tenido que proyectar el arreglo de algunos tramos de infraestructura de regadío.

Por su parte, la CHE recuerda que de las actuaciones en el Piedra -solo en Cimballa, por la vía de emergencia y de forma inmediata- se invirtieron cerca de 31.000 euros. "Se recuperó la capacidad de desagüe mediante la retirada de taponamientos y un técnico, tras las emergencias, irá a la zona para poder definir nuevos puntos".

Asimismo, el organismo recuerda que está en ejecución hasta marzo un proyecto de mejora del dominio público hidráulico del Jalón por 199.418 euros, que solo en la provincia de Zaragoza abarca Ariza, Moros, Villalba de Perejil, Bubierca, Calmarza, Terrer, Monreal de Ariza, Torralba de Ribota, Paniza, Sestrica, Pozuel de Ariza, Grisén, Calcena, Villalengua, Alhama, Salillas de Jalón, Cetina, Épila, Ateca y Torrijo de la Cañada.