gastronomía
La gastronomía se sube al carro del pádel, el deporte de moda
Pádel Zaragoza acaba de inaugurar una pérgola acristalada para 50 comensales junto a las pistas con una amplia propuesta culinaria.
Desde hace tiempo, el pádel es uno de los deportes que está más de moda. En Zaragoza no dejan de crecer el número de practicantes y las instalaciones, públicas y privadas, que abren para dar salida a tanta demanda. Además, durante el tiempo de pandemia no ha tenido demasiadas restricciones, así que en el último año y medio su práctica ha ido incluso a más.
Junto al ejercicio físico, a lo que invita el pádel es a socializar, a compartir una cerveza o un refresco después del partido y a comentar las sensaciones del mismo. En este terreno, al menos en Zaragoza, hasta ahora no se había producido una apuesta clara por asociar pádel y gastronomía, pero eso es historia porque ya hay un club privado que lo hace.
En Pádel Zaragoza (c/ San Juan Bautista de la Salle, 1. 876 776 622) han pensado que esta combinación podía funcionar y se han puesto a ello. Hace algo más de un año que trabaja en sus instalaciones el cocinero José Manuel Cardiel, que entre otros restaurantes ha pasado por La Granada, Los Cabezudos o Goralai, además de haber gestionado dos negocios propios.
Cuando llegó, directamente carecía de cocina porque las instalaciones no estaban preparadas para ello, “pero poco a poco estamos resolviendo este problema”, comenta. Tampoco había un espacio de comedor para disfrutarlo durante todo el año en unas condiciones adecuadas. Definitivamente, este tema también se ha resuelto, ya que hace tres semanas se inauguró una pérgola acristalada, con vistas a las pistas de pádel, donde se pueden sentar hasta 50 comensales.
Las bases se han puesto para que la gastronomía de un cierto nivel irrumpa con fuerza en este recinto deportivo, y lo cierto es que ya lo hace con distintas propuestas. José Manuel empezó dándole un nuevo aire a las tapas y a pinchos clásicos como la tortilla de patata. Por cierto, para la que prepara los fines de semana emplea entre 45 y 50 huevos. Todo un tortillón.
A mediodía, lo que está fijo es el plato del día (7,50 euros. No incluye bebida). Pasta gratinada, diferentes arroces, carrilleras al vino tinto... El fin de semana sube el nivel de este plato, pero el precio se mantiene. Dos de las recetas que más acogida tienen son las de arroz y garbanzos con bogavante.
En las instalaciones también hay brasa y alrededor de ella se ha diseñado un menú (35 euros) pensado para grupos. Todos los platos van al centro de la mesa para compartir: ensalada, morloncho (morcilla, longaniza y chorizo), bandeja de churrasco con patatas y postre.
Además de estas propuestas fijas, lo que mejor funciona, según José Manuel Cardiel, “es que nos adaptamos a lo que piden los clientes, de forma que lo mismo podemos preparar ternasco de Aragón asado que manitas con cigalas o un buen steak tartar”.
Para utilizar este servicio no hace falta ser socio de Pádel Zaragoza, así que cualquier persona puede acceder a él. “Estamos potenciando mucho todo tipo de eventos y celebraciones, así que es un espacio que se puede reservar para grupos”, prosigue.
Otra fórmula que también está encajando son los torneos privados de empresas. “Invitan a clientes o los organizan entre los propios empleados y después de jugar dos horas a pádel disfrutan de un menú cerrado, que puede ser el de barbacoa, un vino español o uno más elaborado”, comenta el cocinero.
La pérgola que hace las veces de comedor está totalmente acristalada y cuando la climatología lo permite se puede abrir completamente por los laterales, así que queda como si fuera un espacio al aire libre. Lo dicho, la gastronomía se sube al carro del deporte de moda.
