zaragoza
Un cliente agrede a un taxista en Zaragoza tras pedirle que se pusiera la mascarilla
El conductor detuvo el coche para que el cliente se bajara, momento que aprovechó para soltarle varios puñetazos. El ataque puede costarle hasta 3 años de cárcel.
El uso de la mascarilla en lugares cerrados sigue provocando problemas, ya que hay personas que parecen ignorar que la pandemia continúa cobrándose vidas. Y no solo no respetan las normas, sino que recurren a las manos contra aquellos que les reprochan su actitud. Por la enorme violencia con la que se empleó el agresor y por la víctima elegida, un inspector de la Policía Nacional fuera de servicio, el ataque de las pasadas fiestas del Pilar en un autobús urbano de Zaragoza ha sido uno de los casos más mediáticos.Sin embargo, durante los últimos meses se han registrado bastante más. Uno de ellos sentará próximamente en el banquillo a un joven para el que se piden penas de entre año y medio y tres años de cárcel.
Los hechos a enjuiciar se produjeron sobre las once de la noche del pasado 1 de mayo en Zaragoza, cuando el acusado dio el alto a un taxi en la confluencia de la avenida de Goya con Gran Vía. El conductor lo recogió y le preguntó la dirección a la que quería que lo llevara. Sin embargo, el viaje acabó mucho antes, ya que la reiterada negativa del pasajero a ponerse la mascarilla cuando no dejaba de toser obligaron al taxista a detener el vehículo y rogarle que se apeara.
El chófer llegó a bajarse del coche para abrir la puerta al cliente, circunstancia que aprovechó este último para lanzarle varios puñetazos. La víctima tuvo suficientes reflejos como para colocar sus manos a tiempo y evitar el impacto del puño en el rostro, lo que no impidió que acabase lesionado .De hecho, tuvo que ser asistido en urgencias por una fractura de la falange del cuarto dedo de la mano izquierda, herida de la que tardó en curar un mes.
La Fiscalía acusa ahora al agresor de un delito de lesiones por el que solicita una pena de cárcel de año y medio y 1.800 euros de indemnización. Pero la acusación particular, a cargo del letrado Marco Antonio Navarro, va más allá y considera que el acusado debe ser castigado con una condena de tres años.
