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El juez obliga a indemnizar a los turistas de Zaragoza que viajaban en el barco incendiado en el Danubio

Los afectados continuaron el viaje en bus, pero la sentencia les permite recuperar ahora parte del billete y cobrar daños morales.

El incendio se inició en una sauna y obligó a desalojar todo el barco.
El incendio se inició en una sauna y obligó a desalojar todo el barco.
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El grupo de zaragozanos al que un incendio impidió disfrutar de siete noches de crucero por el Danubio entre Linz (Austria) y Budapest (Hungría) en julio de 2017 podrá recuperar parte del billete y cobrar una indemnización por daños morales. Así lo ha decidido el titular del Juzgado de Primera Instancia número 3 de la capital aragonesa al atender de forma parcial a la demanda que interpusieron los 150 españoles afectados por el suceso. Los turoperadores se oponían a indemnizar a los pasajeros por entender que no se había producido ningún incumplimiento contractual. Primero, alegaban, porque concurría una causa de fuerza mayor. Y segundo, porque ninguno de los clientes regresó a casa tras el suceso, ya que todos aceptaron continuar el recorrido en bus alojándose en hoteles de cuatro y cinco estrellas.

A la hora de dictar sentencia, el juez no obvia que los organizadores del crucero actuaron de forma diligente y trataron de improvisar la mejor solución posible. Sin embargo, entiende que estos no pueden alegar un motivo de causa mayor para ser eximidos de toda responsabilidad. «El incendio se produjo en la zona del spa. Fruto, probablemente, de un descuido,    al dejarse unas toallas cerca de la estufa de la sauna», recuerda el magistrado. «Se trata por tanto de un incendio localizado –añade–, susceptible de control de haber actuado y contado con los medios de prevención y extinción que se le exigen a un profesional que desarrolla su actividad en un marco concreto relacionado con el tráfico de pasajeros».

Una amarga experiencia

Durante el juicio, los afectados  intentaron trasladar al juez hasta que punto, a raíz del incendio, el viaje se tornó en una «amarga experiencia». Según estos, la evacuación del barco fue «un caos» y pasaron «verdadero miedo», ya que las medidas de seguridad brillaron por su ausencia. Los demandantes insistieron también en que nunca se les dio la opción de ser repatriados a España y se les forzó a continuar el recorrido por carretera.

Y si bien el magistrado dice que «puede discutirse si se dio o no la posibilidad de repatriación en ese momento», reconoce que la aceptación «expresa en algún caso o tácita en otros» de continuar el viaje en bus no entrañaba renuncia alguna a las indemnizaciones o compensaciones pertinente. El abogado de los afectados, Francisco Javier Acín Vinyeta, exigía tanto el reembolso del viaje como el abono de daños morales. Según este, no solo perdieron un día de crucero, sino que tuvieron que conformarse con una alternativa muy distinta. «La mayoría eran personas mayores o con  algún problema de salud que habían contratado un viaje tranquilo, adecuado a sus circunstancias. Y el crucero les evitaba tener que cargar con maletas y dormir cada noche en un hotel», recordó.

Finalmente, el juez le da la razón al letrado, y si bien entiende que no cabe la devolución íntegra de los pasajes, cada viajero recuperará entre 750 y 950 euros, en función de sus circunstancias personales. Como recuerda la sentencia, hubo casos especiales, como el de una pareja que fue también víctima de un robo durante el incendio, por lo que recibirá un plus añadido en concepto de daños morales.

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