Un joven acepta una pena de 4 años de cárcel por intentar matar a un amigo en Zaragoza
Le clavó un navajazo en un costado en una disputa en la calle Tarragona.
Javier C. L, de 27 años, ha admitido ser el autor del navajazo en Zaragoza que casi cuesta la vida a su amigo Maruan T. R, de 29, y pasará cuatro años en prisión. Además, cuando salga de la cárcel no podrá acercarse durante cinco años a la víctima, a la que deberá indemnizar con 28.095 euros por los perjuicios derivados de las lesiones que le causó. A su favor ha contado que ya le ha pagado 13.000 euros. Esta es la pena pactada entre la Fiscalía y los abogados de ambos Olga Oseira y José Carlos Armendáriz por un delito de homicidio en grado de tentativa, con las atenuantes de drogadicción y de reparación del daño.
Los hechos por los que Javier C. L. ha sido condenado ocurrieron el 26 de agosto de 2020 en la calle de Tarragona. Los dos jóvenes habían estado bebiendo juntos toda la tarde en un bar y, en un momento dado, empezaron a discutir. El agresor nunca llegó a ser claro en los motivos de la disputa, aunque el herido contaría a quienes lo asistieron de urgencia que había sido por una chica, según declararon entonces los testigos. La disputa llegó a mayores y fue primero Maruan T. R. quien propinó un puñetazo en la cara a Javier C. L.
Navaja "táctica"
La tensión entre ambos fue en aumento y al golpe en la cara siguió una reacción mucho más agresiva por parte del acusado, que sacó una navaja de diez centímetros de empuñadura y una hoja de siete centímetros de largo y unos tres de ancho y se la clavó en un costado. El arma, descrita por la Policía como una "navaja táctica de fácil manipulación y gran potencial lesivo", le provocó una grave herida en el hemitórax izquierdo que a punto estuvo de causarle la muerte. Los forenses afirmaron en su informe que de no haber sido atendido rápidamente habría fallecido. El herido tuvo que ser operado dos veces y tardó en curar 212 días.
Nada más recibir el navajazo fue asistido por vecinos de la calle, uno de los cuales le taponó la herida con una camiseta. Mientras esperaban la llegada de la ambulancia y antes de que se desvaneciera por la pérdida de sangre, a Maruan T. R. le dio tiempo a decirles que el agresor vivía en la misma calle, casi frente al bar.
Los policías que acudieron al lugar se presentaron en la dirección facilitada por el herido. La madre de Javier C. L. abrió la puerta y les dijo que su hijo acababa de tener una pelea con un amigo y estaba en su habitación muy nervioso. Esa misma noche fue detenido y desde entonces está en prisión provisional.
