Sucesos

Un 'glovero' permite detener en Zaragoza a un condenado por corrupción de menores fugado desde 2018

La Audiencia lo condenó a ocho años y medio de prisión por hacerse pasar por una chica en Facebook para engañar a dos hermanos de 12 y 15 años para obtener fotos y vídeos pedófilos.

El condenado, en los pasillos de la Audiencia de Zaragoza.
El condenado, en los pasillos de la Audiencia de Zaragoza.
Oliver Duch

La colaboración de un repartidor de Glovo ha permitido a la Policía Nacional localizar esta semana en Zaragoza a un condenado por corrupción de menores que llevaba casi cuatro años en busca y captura. Se trata de Roberto Malo González, al que la Audiencia de Zaragoza condenó a  ocho años  de cárcel en 2017 por hacerse pasar en Facebook por una adolescente y engañar a dos hermanos de 12 y 14 años para que le enviaran fotos de sus genitales y practicando actos sexuales. Además, Roberto Malo aprovechó esta red social para ofrecer y exhibir a los dos chicos material pedófilo que él poseía en centenares de archivos en su ordenador.

La Policía localizó al fugitivo este martes en casa de sus padres, un domicilio ubicado en la calle de Julián Sanz Ibáñez donde habían estado en numerosas ocasiones durante los últimos años pero nunca les abrían o les decían que allí no residía. Sin embargo, esta semana, dos agentes aprovecharon la visita de un repartidor de Glovo a este domicilio para poder subir al piso. Y cuál fue su sorpresa cuando vieron que quien les abría la puerta era el hombre al que buscaban. Tras ser puesto a disposición judicial, el juez de guardia decretó el inmediato ingreso en prisión de este hombre de 37 años.

Durante el juicio, celebrado a finales de 2017, los magistrados de la Sección Primera no dieron crédito a la versión del acusado, que alegó que alguien había pirateado su ordenador y suplantado su identidad a través de lo que se conoce como ‘phishing’. Para el tribunal, su explicación fue una mera especulación. Recordaban en su sentencia que RobertoMalo tiene cierto grado de conocimiento en informática y que lo razonable, si hubiera sido cierto que lo habían ‘hackeado’, es que hubiera protegido su sistema, sobre todo desde que en 2009 fuera condenado por otro delito de tenencia de pornografía infantil y se le incautaran vídeos pedófilos en su ordenador.

La madre descubrió todo

Por el contrario, el tribunal dio total credibilidad al testimonio tanto de los dos hermanos como de su madre, que fue quien descubrió en el ordenador de sus hijos no solo fotos de ellos de índole sexual, sino también de niñas pequeñas abusadas, imágenes que se las había enviado el acusado con el nombre y perfil en Facebook de una tal ‘Sarita Delgado Nana’ o ‘Sarita Bestt’, nombre que usaba en Skype.

La sentencia, de la que fue ponente el magistrado Juan Alberto Belloch, declaraba probado que cuando los menores quisieron dejar de contactar con ‘Sarita’ esta les amenazó con enviar sus fotos y vídeos sus amigos si no continuaban haciendo lo que les pedía.

Las investigaciones de la Unidad de Delitos Tecnológicos de Zaragoza determinaron que Malo era quien había registrado el nombre de Sarita, que los datos de la dirección IP correspondían a su número de teléfono y que el domicilio en el que tenía activada la IP era el que comparte con su padre y en el que vive, a pesar de estar empadronado en otra calle de Zaragoza. Como pidió la Fiscalía y la abogada de la acusación, Ana Gallego Fuentes, deberá indemnizar a los dos hermanos con 7.000 euros, se le prohíbe acercarse a ellos durante diez años y permanecerá un periodo similar en libertad vigilada.

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