Zaragoza acumula 3.000 reclamaciones por la plusvalía que deberá reintegrar o dejar de cobrar

El Ayuntamiento insiste en la necesidad de un fondo estatal que ayude a paliar una merma de ingresos prevista del 30% tras la reforma del impuesto.

La consejera de Presidencia, Hacienda e Interior, María Navarro, en el consistorio zaragozano.
La consejera de Presidencia, Hacienda e Interior, María Navarro, en el consistorio zaragozano.
Guillermo Mestre

El Ayuntamiento de Zaragoza tiene pendientes de resolver 3.000 reclamaciones contra la liquidación de la plusvalía que ahora, tras el fallo del Constitucional que anula el método de cálculo de las cuotas de este impuesto municipal, se deberán reintegrar o dejar de cobrar, según el caso. Es la cifra acumulada desde que en el año 2017 se dictara la primera sentencia judicial contra este tributo que grava las transmisiones inmobiliarias.

La cifra la ha desvelado este jueves la concejal de Hacienda del Consistorio zaragozano, María Navarro, que se ha mostrado muy crítica con el decreto-ley aprobado por el Gobierno central esta semana para adecuar el tributo a la sentencia del Constitucional del pasado 26 de octubre. “Es un varapalo para los ayuntamientos, a nosotros nos va a suponer una merma de ingresos de entre el 30% y el 40% a partir del próximo año”, ha advertido.

Respecto a las reclamaciones, Navarro explicó en un primer momento que 2.700 proceden del periodo de 2017 y 2018, tras las primeras sentencias judiciales que cuestionaban la legalidad de cobrar el tributo en los casos en los que, como consecuencia de la crisis del ladrillo, se hubiera producido una pérdida del valor del inmueble. Y que otras 3.000 se habían presentado posteriormente, hasta un total de 5.700. Sin embargo, tras la rueda de prensa, el Consistorio indicó que por una confusión se habían ofrecido unas cifras incorrectas, y que el dato global de expedientes pendientes de resolver en la actualidad es de 3.000.

En cualquier caso, el nuevo impuesto permite al ciudadano elegir entre dos métodos de cálculo de la cuota a pagar: bien en función de la diferencia entre la compra y la venta, bien mediante unos nuevos coeficientes catastrales. En general, esta fórmula supondrá un beneficio económico para el ciudadano, pero se traducirá en un agujero económico importante” para las cuentas municipales, en palabras de la concejal de Hacienda.

Por eso, el Ayuntamiento de Zaragoza, junto con otras grandes ciudades del país, van a solicitar un fondo de compensación al Gobierno central con el que tratar de cuadrar los números. Mientras tanto, el nuevo impuesto está en vigor desde este miércoles, por lo que cualquier ciudadano afectado deberá tramitar el impuesto de plusvalía con los nuevos criterios.

No ocurrirá así con aquellas transmisiones registradas en estas últimas dos semanas, desde la sentencia del Tribunal hasta la aprobación del decreto-ley, ya que quedan en un vacío legal y, por tanto, exentas de pago salvo que los magistrados dictaminen lo contrario.

Los consistorios cuentan con un plazo de seis meses para encajar el nuevo impuesto en sus ordenanzas fiscales, y hasta entonces se regirá por la regulación estatal. En este sentido, María Navarro no ha aclarado qué criterios aplicará Zaragoza, cómo cambiarán las bonificaciones, o si hará uso de la opción de reducir hasta un 15% el valor catastral a la hora de calcular la liquidación, tal y como contempla el nuevo decreto-ley. “La ordenanza hay que abarcarla en su conjunto. Es un debate de gobierno”, se ha limitado a apuntar.

Presupuesto

Si se cumplen las previsiones del gobierno PP-Cs sobre la merma de ingresos por el nuevo impuesto, las arcas municipales dejarían de percibir entre 13 y 15 millones de euros en 2022, lo que, ha asegurado Navarro, “condicionará” la elaboración de las cuentas del próximo año.

Preguntada por los plazos para su aprobación, la responsable de Hacienda ha señalado que “el año pasado se dilató tanto a la espera del fondo covid, que condicionaba los gastos y que nunca llegó”. “Este año -ha añadido- nos encontramos con esto. Llevamos trabajando desde agosto en el próximo presupuesto, pero hay que ajustarse a estas sorpresas. No es una tarea fácil. Lo intentaremos tener lo antes posible”.

Respecto a la negociación con los grupos municipales, en especial con sus socios de Vox, Navarro ha asegurado que se sentará a dialogar “con todo aquel que quiera hacerlo”. “Zaragoza hay que construirla juntos, pero con quien quiera sumar, no con el que quiera poner piedras”, ha concluido.

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