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Atascos a las puertas de los colegios: "He tenido que dejar el coche, venir andando con mis hijos e ir en autobús a trabajar"

Patrullas policiales, caminos escolares y zonas para que los pequeños se apeen son algunas de las actuaciones ante las aglomeraciones puntuales que se producen a las entradas y salidas de estos centros en Zaragoza.

"Como cojas la calle de la Lista de Schindler a las 8.45 estás perdido; te comes el semáforo tres o cuatro veces". Es la advertencia de Sandra Adell, presidenta de la asociación de padres y madres (Ampa) del CPI Soledad Puértolas de Zaragoza, ante los atascos que se producen a diario en esa zona de Valdespartera, donde confluyen tres colegios y un instituto, en hora punta de entrada (y también salida) a los mismos. Recientemente, vecinos de este barrio se quejaron por esos 'embudos' en torno a estos centros educativos tras reducirse a un solo carril el tráfico en dicha vía.

Adell suele venir andando al Soledad Puértolas o cambia de trayecto cuando lo hace en coche. No obstante, señala que los problemas se producen en la Lista de Schindler y no a la entrada del Soledad Puértolas, donde cuentan con zona de subida y bajada de escolares en esas horas críticas y pueden aparcar sin ninguna dificultad."Muchos padres/madres optan por variar la ruta, venir antes o andando", apunta.

También Jorge Rubio y María José Alonso van normalmente a pie con sus hijos al colegio Montecanal. "Tardamos lo mismo caminando que en coche. Todos los días hay atascos porque se junta el tráfico de todos los centros", comentan, al tiempo que apuntan que una solución a este problema sería "desdoblar la vía". Mientras, Vanesa Gracia habla de poner un semáforo en la calle de la isla del Tesoro para regular la entrada al Soledad Puértolas.

En cambio Ángel Conejo -que también lleva a sus dos hijos al colegio de Montecanal- ha tenido que variar sus hábitos a raíz de que se construyeran todos esos centros en el barrio. "Muchos padres vienen en coche porque después se van al trabajo. Yo he dejado el vehículo, vengo andando y cojo el autobús para ir a trabajar por los atascos que se forman", afirma.

La situación que viven no es exclusiva de este barrio; en otras zonas de la ciudad también suelen producirse aglomeraciones en horas punta de entrada y salida a los centros educativos. Por ejemplo, desde la Ampa del CEIP María Zambrano (en Parque Venecia) explican que sobre las 9.00 hay aglomeraciones en la zona del parking que hay entre dicha escuela y el colegio Parque Venecia.

Por su parte, padres de alumnos del colegio público Domingo Miral, en el barrio de Torrero, presentaron en el curso 2020-2021 un proyecto para la pacificación del entorno escolar para hacerlo más amigable -"con el apoyo de la dirección del centro"- a la asociación de vecinos y a la comisión de urbanismo de la junta del distrito. Según explica Óscar Burriel, miembro de la Asociación familias del alumnado (Afa) de dicha escuela, existe tráfico fluido por las calles de Biescas y Mesones de Isuela, no se respeta la velocidad de 30km/h y en Mesones de Isuela el autobús 39 pasa "entrando en la acera para poder girar". "El problema del tráfico va más allá de la mortalidad prematura que sería un atropello, normalmente provocado por las propias familias de los centros, sino que tiene una repercusión en la salud de la persona debido al ruido, la contaminación etc. Los niños respiran con más frecuencia y les afecta más la contaminación", subraya.

El corte de tráfico en la zona de entrada a la calle de Mesones de Isuela (con exclusivo acceso para vecinos) es la solución que consideran más adecuada. "Y también el desvío del autobús sin perjudicar al servicio de los vecinos de la zona. Pero creemos que la solución son muchas aristas: la pacificación del entorno, reforzar lazos sociales, favorecer que los niños vayan solos a clase... Destacar que la nueva ley de educación Lomloe recoge el objetivo de unos caminos seguros y favorecer la autonomía", añade Óscar Burriel.

El tema de pacificar el tráfico en los entornos de los colegios se ha puesto encima de la mesa estos días por parte de distintos partidos políticos en Madrid después del atropello mortal cerca del colegio Montealto de Mirasierra, en el distrito Fuencarral-El Pardo, donde una niña murió y otras dos sufrieron heridas de gravedad. A la salida de los alumnos de clase, una madre aparcada en una zona habilitada de estacionamiento se disponía a salir con el coche para regresar a su casa con sus hijos cuando en lugar de pisar el freno, para dar marcha atrás y abandonar el lugar, pisó el acelerador con tan fatal casualidad que tres niñas estaban justo delante.

"Más seguros"

Desde la Federación de Asociaciones de Padres y Madres de Alumnos de Aragón (Fapar) destacan que los entornos escolares revisten "especial riesgo" y, por lo tanto, se debe trabajar en hacerlos "más seguros". "No hay una preocupación real ni estamos recibiendo llamadas de alerta en la Comunidad, pero sí que es un tema que está sobre la mesa. Hay una serie de riesgos que los vemos si te acercas a la entrada y salida de cualquier colegio con coches parados en doble fila, nervios, chavales que van con mochilas...", señalan.

Entre las medidas que Fapar propone figura la de dejar estas zonas libres de tráfico. "O si eso no es posible, porque no todos los centros tienen la posibilidad de acotar el acceso, que haya un vigilancia especial de patrullas de la Policía Local o una reducción de velocidad", enumeran fuentes de la Federación, que señalan que este tema hay que abordarlo en las ciudades en un contexto de movilidad urbana. "Los colegios están dentro de las urbes, no son islas y hay que tener una especial sensibilidad con sus entornos", añaden.

Precisamente, en los colegios de Zaragoza se pueden ver a diario patrullas de la Policía Local atentas a todo lo que pueda acontecer en las cercanías y en las horas de salida y entrada, tal y como recuerdan desde el Ayuntamiento. Fuentes del Cuerpo policial explican que una de las labores que siempre hacen es intentar tener la "máxima presencia" posible dentro de los recursos y medios de los que disponen. "Se hacen servicios en esos entornos por la seguridad de los menores y la seguridad vial. En el caso de que se detecte alguna aglomeración se procede a regular y encauzar el tráfico de una forma debida", indican.

Desde la Policía Local de Zaragoza no observan un problema generalizado de atascos en los alrededores de los colegios. "Son momentos puntuales, en calles puntuales y no siempre. La generalidad no exite: hay colegios que por su ubicación y situación pueden en un momento determinado tener una aglomeracion de tráfico más que en otros días que no existe entrada y salida de los colegios, pero es lógico y entendible", afirman.

Además, hacen hincapié en que sean los padres los primeros en cumplir la normativa de seguridad vial ("para que los niños puedan aprender un comportamiento adecuado con arreglo a la normativa") y utilizar más el transporte público o desplazarse a pie si el colegio está próximo como alternativa para reducir el tráfico.

Medidas desde el Consistorio

Mientras, fuentes del área municipal de Servicios Públicos señalan que desde hace años se lleva trabajando en eliminar barreras arquitectónicas, controlar que los cruces en los alrededores de los colegios sean seguros, señalizar bien los pases semafóricos o poner vallas delimitadoras en las aceras de todos los centros para que ningún niño pueda salir corriendo y cruzar la calle, entre otras medidas. "Se ha puesto todo lo que ha hecho falta poner y está la Policía, que si es necesario en un momento dado por el motivo que sea para el tráfico, se organiza y ayuda. Una cosa es la seguridad vial, donde afortunadamente en Zaragoza no ha habido ningún problema- y otra distinta son los atascos que se producen a la hora punta de llegada y salida del cole que duran diez minutos. Es un problema de tráfico no de seguridad vial", dicen.

En este punto, las mismas fuentes informan de la actuación llevada a cabo en el colegio Soledad Puértolas en el que se han habilitado zonas donde no se puede aparcar en horarios críticos a las puertas del mismo para que el padre/madre pare un momento el coche y pueda bajar su hijo. "Ahí se ha podido organizar porque había más espacio", resaltan, advirtiendo de su dificultad en colegios ubicados en calles más estrechas de la ciudad.

Por otro lado, hay que descatar que el Consistorio zaragozano lleva tiempo trabajando en un programa de caminos escolares: el proyecto Stars, que promueve rutas seguras andando y en bici tanto para los alumnos de Infantil como de Secundaria. Este curso lo están desarrollando un total de 26 centros, cuatro de ellos nuevos. De esta forma, en cada centro, familias y alumnos se organizan para ir en grupo desde sus casas a los colegios a través de diferentes rutas y la presencia de adultos que les acompañan se va reduciendo paulatinamente para que sean rutas "cada vez más autónomas".

Con dicho programa se logra reducir el número de coches en los entornos escolares (con la consiguiente mejora de la calidad del aire y el ruido), formentar hábitos saludables entre el alumnado y mejorar su autonomía.

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