Campo de daroca

El terremoto que dejó en vela a los vecinos de Used

Este sábado se ha presentado un libro-documental que recuerda la noche del 28 de septiembre de 1953, cuando esta localidad vivió el último terremoto destructivo de Aragón.

Dos vecinos de Used recuerdan el terremoto de 1953.
Manuel Soler y Aurelio Gonzalo  recuerdan el terremoto de 1953 en las calles de Used.
Macipe

"Eran ya las 10 de la noche y estaba haciendo los deberes en la cocina cuando todo empezó a temblar y una cacerola se cayó al suelo. Mi madre me gritó que qué había hecho". Este es el recuerdo, todavía fresco, que Aurelio Gonzalo, que entonces tenía 14 años, conserva del terremoto de 4,8 grados en la escala de Ritcher cuyo epicentro se situó cerca de Used, el 28 de septiembre de 1953. El sismo se dejó notar también en varias localidades del entorno, como Aldehuela de Liestos, e incluso en el valle del Jiloca, en Montón, Daroca, Maluenda y Velilla, entre otros. Únicamente hubo daños materiales con desprendimientos de chimeneas, aleros, apertura de grietas e incluso algún derrumbe.

Se trata del último temblor que ostenta el calificativo de "destructivo" en Aragón y ahora una investigación coordinada por el catedrático de Geología de la Universidad de Zaragoza José Luis Simón ha tomado forma de libro y documental bajo el nombre de 'El terremoto de Used de 1953: Ciencia y memoria'. En ambos trabajos, editados por el Departamento de Ciencias de la Tierra, se aúna el análisis puro y duro de los datos con el relato de aquellos testigos que entonces eran adolescentes y hoy son octogenarios. "Ha servido para refrescar la memoria de estos vecinos, algunos de 90 años, muy lúcidos, porque era algo que se iba olvidando", valora Simón.

Casi 70 años después, Gonzalo, a sus 82 años, sigue recordando, desde el cuarto adyacente a aquella cocina, como "mi madre se vistió y bajamos al refugio, cerca del bar, y allí uno que era profesor y se hospedaba en una fonda, nos dijo lo que era: porque nadie sabía lo que había pasado". "En mi casa se cayó un reloj al suelo y mi madre, que era sorda, me dijo que si estaba tronando", cuenta Manuel Soler, de 84, a la vez que indica que "incluso echaron las cadenas al tendido eléctrico para que saltasen los plomos pensando que el temblor era había sido por la luz".

Fachada principal de la iglesia parroquial de Used en 1947
Fachada principal de la iglesia parroquial de Used en 1947
Archivo Mas

Para Marcelina Ferrer, de 85, la sensación fue la misma: "Nadie sabía qué había pasado hasta que un chico que estudiaba para cura nos lo dijo". Y cuenta cómo en un velatorio doméstico "los que había allí se llevaron un susto muy grande". De igual forma, Fortunato Tajada, de 88, remarca que "nadie había vivido algo así" y relata que "estaba en la cama, me desperté y bajamos a la calle, pero no sabíamos qué pasaba". "En mi casa siempre contaban que en Aldehuela las mulas empezaron a dar coces 10 o 15 minutos antes y que no pararon hasta que las sacaron a la calle", apunta el alcalde, Fernando Sánchez.

Manuel Soler, Marcelina Ferrer, Aurelio Gonzalo y Fortunato Tajada en la plaza de España de Used recuerdan el seismo
Manuel Soler, Marcelina Ferrer, Aurelio Gonzalo y Fortunato Tajada en la plaza de España de Used recuerdan el seismo
Macipe

De la recopilación de información científica y de las consecuencias que hubo, el experto señala que "en la escala de Ritcher no fue muy grande, pero al ser superficial alcanzó un 7 en la escala de Mercalli, lo que quiere decir que los efectos en las construcciones fueron muy severos". "Muchas casas en un barrio de Used quedaron muy dañadas, las más modestas y hubo caída de bloques y desprendimientos en la zona del río Piedra y se cortó la Nacional entre Velilla y Maluenda", detalla Simón. Para recoger la información del suceso, han contado con la colaboración del Observatorio Fabra, de la Real Academia de Ciencias y Artes de Barcelona.

Este trabajo se incluye en un proyecto de investigación más amplio, con financiación del Gobierno de Aragón, que busca estudiar las fallas tectónicas activas en la Ibérica, en el tramo rayano entre Zaragoza y Teruel y las implicaciones que eso puede tener. "Lo que hemos podido extraer es que el movimiento de esas fallas confirma que están activas, y es algo que no se está teniendo en cuenta en los estudios de peligrosidad sísmica y en la normativa", advierte Simón. "Queremos tener más conocimiento para actualizar la ley, que siempre va un paso por detrás", asume el experto.

Comentarios
Debes estar registrado para poder visualizar los comentarios Regístrate gratis Iniciar sesión