De ruta por el cementerio de Torrero: curiosidades secretas, panteones de personajes ilustres y arte funerario

El Ayuntamiento de Zaragoza propone varias rutas e itinerarios para descubrir parte de la historia del camposanto y también de la ciudad de la mano de nombres propios.

Ruta de personajes ilustres en el cementerio de Torrero de Zaragoza.

"Escalera, escalera", resuena por la parte antigua del cementerio de Torrero de Zaragoza en boca de muchachos que recorren sus calles en busca de ciudadanos cuyos allegados descansan en los últimos pisos de las manzanas. Deambulan junto a señores con trapos para limpiar los nichos o señoras con flores. Esa es la estampa de los camposantos en estas fechas, mucho más concurridos que el resto del año.

En esta zona del cementerio zaragozano, entre los panteones, se levanta una serie de indicaciones que señalan que allí descansa un personaje que hizo historia en vida, es la ruta de personajes ilustres del cementerio de Torrero. José Camón Aznar, Mariano Baselga, pasando por Marcelino Isabal o Cosme Blasco, entre más de una treintena de los nombres propios. En esos paneles se explica quién fue, qué hizo e, incluso, ofrecen pinceladas artísticas sobre su enterramiento.

Estas rutas, promovidas por el Ayuntamiento de Zaragoza y cuyas explicaciones se pueden descargar en su página web, son un paseo por la historia, de la mano de protagonistas como Basilio Paraíso, que yace en un panteón escarpado; del periodista Mariano de Cavia, en un sobrio conjunto; o de la afamada pianista Pilar Bayona. Unos están en nichos, otros en panteones y también hay otros que lo hacen en capillas, como Ángel Sanz Briz. En la puerta de la capilla de esta figura clave en la Segunda Guerra Mundial se observan piedras, como en los cementerios judíos. No muy lejos de Sanz Briz, está Miguel Sancho Izquierdo, quien fuera catedrático y rector de la Universidad de Zaragoza.

Mariano de Cavia, Pilar Bayona, José Camón Aznar, Mariano Baselga, Marcelino Isabal o Cosme Blasco son algunos de los nombres propios que marcaron la historia de Aragón y que ahora yacen en este camposanto.

Un busto de Jaime Ballesteros 'Herrerín', torero de Villanueva de Gállego, se localiza en la parte antigua del cementerio. Bajo su capote, una mujer ataviada de torera y mantilla, llora su muerte. Estas esculturas son de Domingo Ainaga y en el conjunto también intervino el arquitecto Francisco Albiñana. Este es uno de los enclaves de la ruta de arte funerario del cementerio de Torrero, otra de las que propone el Ayuntamiento de Zaragoza.

Otro ejemplo es el panteón de la familia de Juan Guitart, obra del arquitecto Miguel Ángel Navarro y donde se muestra el trabajo de los escultores italianos Buzzi y Gussoni. Las figuras de ángeles o bustos son habituales, como los que recuerdan a dos ilustres aragoneses en dos emblemáticos conjuntos. Por un lado el mausoleo de Joaquín Costa, levantado en 1916 por iniciativa popular, con un busto de Dionisio Lasuén que corona la escarpada montaña. Y, por otro, el panteón de Miguel Fleta, presidido por una escultura del cantante lírico del artista Alberto Gómez Ascaso.

Entre las manzanas del camposanto zaragozano se descubren obras de escultores, incluso internacionales, y panteones de arquitectos de referencia en la ciudad.

A esas rutas del Ayuntamiento se añaden otras como las imborrables, la medioambiental, un itinerario artístico u otra bajo el nombre de ‘El Cementerio, un lugar en la Memoria’. 

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