pilar 2021

Sara Fernández: "Zaragoza es diversa, hay cabida para todos"

La vicealcaldesa destaca la gran capacidad de acogida de la ciudad y la amabilidad de los zaragozanos como grandes fortalezas.

La vicealcaldesa de Zaragoza, Sara Fernández, en el interior del Envero Gastro Wine.
La vicealcaldesa de Zaragoza, Sara Fernández, en el interior del Envero Gastro Wine.
Oliver Duch

Es la hora del vermú y Sara Fernández abre la puerta de un pequeño bar casi escondido en un rincón del parque de Miraflores, donde apenas se percibe el ajetreo habitual de la ciudad. Nada más atravesar el umbral, se reencuentra con una vieja amiga. Se conocen desde hace dos décadas y tienen una de esas relaciones que el discurrir de los años no ha logrado erosionar. Ha pasado tiempo desde la última vez que pudieron estar un rato juntas y las mascarillas no son suficientes para ocultar su alegría. Aquí no hay espacio para el decoro institucional. Tampoco hace falta. Es un lugar donde la vicealcaldesa de Zaragoza se siente como en casa.

Se podría decir que lo es, pues en el barrio de San José ha pasado la mayor parte de su vida. Se crió entre sus calles y nunca ha residido en otra parte de la capital aragonesa. Aunque la infancia, cuenta, la pasó a caballo con Sabiñánigo, la localidad natal de sus padres. Nació en Jaca, en 1971, porque su madre decidió dar a luz allí para hacerlo rodeada de su familia, pero ya vivían en Zaragoza. Recuerda su etapa escolar con "mucho cariño", sin embargo, sus memorias más vívidas de aquellos años están en el Pirineo, donde pasaba los fines de semana y las vacaciones. "Estábamos todo el día en la montaña, con mis primos, mis tíos, mis hermanos... Me lo pasaba muy bien", rememora, mientras degusta una croqueta 'de concurso'.

"Soy muy típica de aquí. He vivido siempre mucho las Fiestas del Pilar, nunca me he perdido unas"

La vicealcaldesa cuenta orgullosa que la elaboración de su amiga Eva, propietaria del Envero Gastro Wine, se alzó en 2019 con un premio a nivel provincial. Concretamente, se hizo con el galardón a la más innovadora. No es que nunca la hubiera probado, porque este es su "bar referencia". "Me viene cerca de casa, es donde me junto con mis amigos, con mi familia... y me gusta mucho", explica. A la hora de pedir, asegura que es "de costumbres". No es muy amante del café, así que suele optar por un refresco, aunque la gran estrella de su lista es la cerveza Ámbar. Es verdad que tiene raíces oscenses, pero hasta para elegir bebida es muy zaragozana. "Soy muy típica de aquí. He vivido siempre mucho las Fiestas del Pilar, nunca me he perdido unas, también soy cofrade y salgo en Semana Santa", resume.

Más vermús que juergas

Sara Fernández vive la ciudad con intensidad. Y es un espíritu, una manera de relacionarse con lo que le rodea, que ha calado hondo en su hija. A sus quince años, no ha faltado a ninguna Ofrenda de Flores. "Nació en enero y en octubre ya salió por primera vez, no ha habido año en su vida –excepto, claro, 2020– que no lo haya hecho. Para mí es un momento súper entrañable porque salgo con toda mi familia", detalla. De estas fechas, también valora especialmente los reencuentros con sus amigos. "Para mí, son sagrados", dice, y añade que, eso sí, el formato ha evolucionado con los años. "Ahora hay más vermús que juergas", asume entre risas.

De la época de salir hasta las tantas guarda especiales recuerdos. "La vida de estudiante es la mejor, y la Facultad, ni te cuento. Fue un tiempo maravilloso. Lo bien que lo pasé, la gente que conocí...", explica la también concejal de Cultura y Turismo, que se licenció en Económicas por la Universidad de Zaragoza. Desde el principio, estuvo compaginando los estudios con el trabajo. Primero, dando clases particulares y como camarera y, después, en El Corte Inglés de Sagasta –el único que había entonces, aclara–: "Llegaba el verano, mis amigos se iban por ahí y yo me quedaba a currar, en Navidad igual. Pero bueno, cuando eres joven duermes poco, vas a trabajar y aguantas como un campeón".

Somos una ciudad grande con toda la oferta de servicios, lúdica y cultural, pero con la medida suficiente para moverte, tener tu entorno y conocer a la gente"

Cuando acabó la carrera, se marchó a Francia a cursar estudios de posgrado. Y allí encontró un empleo. Permaneció varios años hasta que su empresa abrió una sucursal en Barcelona. Y, tras pasar un tiempo en la Ciudad Condal, decidió regresar a Zaragoza "por amor". Volvió a San José y desde entonces de ahí no se ha movido. "Me gusta conocer a los de las tiendas de alrededor de casa, que vayas al bar de siempre y sepan lo que te tienen que poner, conocer a tus vecinos... Hacer esa vida me gusta mucho", asegura. La vicealcaldesa considera que la capital aragonesa es un buen lugar para crecer: "Tiene muy buen tamaño. Somos una ciudad grande con toda la oferta de servicios, lúdica y cultural que eso implica, pero a la vez con la medida suficiente para moverte, tener tu entorno y conocer a la gente".

Un gran potencial por exprimir

Su apretada agenda muchas veces hace que no pueda dedicarles tantas horas como le gustaría, pero las personas de su alrededor son muy importantes para ella. Lo ha dejado claro con el cariño que ha demostrado al volver a ver a Eva. Y es algo que extrapola también a la ciudad. Para Fernández, la mayor fortaleza de Zaragoza es, "sin ninguna duda, su gente". "Aquí hay grandes personas que hacen una labor increíble para la sociedad. Pero a veces no vendemos todo el potencial que tenemos como realmente se merece", apunta. De esto precisamente habla si se le pregunta por una debilidad. "Es la otra cara de la moneda –dice–, que muchas veces no hemos tenido el lugar que nos corresponde. Hemos sabido aprovechar muy bien algunas cosas pero otras no, en según qué niveles no estamos en la quinta ciudad de España, que es lo que somos. Es algo en lo que tenemos que trabajar".

"Quienes vienen de fuera se quedan por la gente"

Para lograrlo, por ejemplo, menciona todo el trabajo que se está desarrollando en relación a la figura de Francisco de Goya, además de proyectos como Zaragoza Ciudad de Cine. "Ahí tenemos un potencial increíble", enfatiza. Como vicealcaldesa, resalta la necesidad de usar su papel para "dar visibilidad". "Para mí es muy importante aprovechar mi cargo para apoyar y dar a conocer a artistas, emprendedores... Por eso intento exprimir todas las horas del día". Sobre todo, explica, se preocupa porque "cada cual encuentre su sitio". "Zaragoza es diversa y tiene cabida para todos –recalca–. También es acogedora, tanto la ciudad como los maños, que somos muy majos. Al final, quienes vienen de fuera se quedan por la gente".

Sobre si su forma de ver la ciudad ha cambiado desde que ocupa un cargo público, asegura que la gran diferencia llegó al ser concejal, porque es cuando se descubren los engranajes que la hacen funcionar. "Cuando entras al gobierno lo ves con otros ojos y con una responsabilidad extra, pero el amor a Zaragoza y las ganas de participar y hacer cosas ya me venían de serie", confiesa. Cuando está lejos del Ayuntamiento –al que, además, acude cada día con el servicio Bizi– y de la "exigente" vida municipal, disfruta con las cosas sencillas. Estar con sus amigos asegura que es lo que más echa de menos en su día a día, pero también aprovecha su tiempo libre para leer, ver películas o recorrerse las exposiciones de los museos. Y, sobre todo, para salir a pasear. "Soy muy andarina, puedo pasarme semanas sin coger el coche –apunta–. Salgo mucho al Canal, que lo tengo muy cerca, o a los Pinares de Venecia. Es otra de las suertes de Zaragoza, que tienes verde a dos minutos. Pero también voy por el centro, hago el paseo típico y bajo al río. Me gusta mucho".

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