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Su muerte no impide juzgar al jugador que le dejó sin dos dientes en una pachanga de fútbol en Zaragoza

El juicio se ha celebrado por poderes y su declaración ha sido leída en la vista celebrada este martes en Zaragoza. 

Estado en el que quedó la boca de la víctima tras sufrir la agresión durante el partido de fútbol.
Estado en el que quedó la boca de la víctima tras sufrir la agresión durante el partido de fútbol.
HA

La repentina muerte de Daniel T. O. a sus 28 años no ha sido óbice para que el juicio previsto contra Jonathan R. Z. por las lesiones que le causó en un partido de fútbol en 2020 se celebrase este martes en la Ciudad de la Justicia. Tanto la acusación particular como la Fiscalía han mantenido la petición de un año de prisión y el pago de una indemnización de entre 4.933 y 8.133 euros que, en el caso de concederse, sería cobrada por los herederos del fallecido. El joven murió hace unos ocho meses a causa de un infarto.  

El partido se jugó en octubre de 2020 en el pabellón municipal de la Granja. En su declaración, Jonathan R. Z., de 22 años, negó haber golpeado intencionadamente a Daniel T. O. y atribuyó las lesiones a un lance normal del juego y a un golpe fortuito contra al chocar contra su pecho cuando se disponía a chutar a portería. 

Al no estar presente la víctima, como prevé la ley, su declaración fue leída en la vista oral celebrada en el Penal número 5. En ella, Daniel T. O. contaba que en un momento del encuentro Jonathan R. Z. fue a dar una patada al balón pero se golpeó contra su rodilla y se hizo daño, lo que provocó que reaccionara airadamente y comenzara a lanzar insultos y gritos contra él. Apenas un minuto después, cuando volvieron a coincidir en el campo, Jonathan saltó y, según mantienen las acusaciones, soltó a su rival un codazo en toda la boca.

El fuerte impacto le hizo caer al suelo y empezó a sangrar. Pronto notó que dos dientes se le movían y  se fue a urgencias del Hospital Miguel Servet para que le atendieran. Según el informe forense, Daniel T. O. sufrió un traumatismo facial que le provocó una herida en el labio superior y le desplazó los dos incisivos centrales superiores, con fracturas coronales. El fuerte codazo le provocó también una luxación sin desplazamiento de los incisivos laterales superiores. Las lesiones tardaron 20 días en estabilizarse y obligaron a extraer al paciente dos piezas dentales. 

Durante la vista oral ha declarado la madre de Daniel T. O. quien ha explicado que su hijo tenía la dentadura en buenas condiciones antes de ese partido y que, a raíz de este incidente, sufrió y se deprimió mucho. Añadió que aunque la muerte le sobrevino por un infarto y no está directamente relacionada con las lesiones, cree que su estado pudo influir en el fatal desenlace. Tras su muerte, decidió seguir adelante con el proceso puesto que sabía que su hijo quería llegar hasta el final y que se hiciera justicia con él. 

Su abogado, Roberto Soria, del despacho de Carmen Sánchez, presentó el certificado de defunción y el de  últimas voluntades y la madre de Daniel T. ha seguido adelante con el proceso judicial. 

  

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