Los trillizos aragoneses que acumulan más de un millón y medio de seguidores en las redes sociales

La historia de estos influencers de moda comenzó por casualidad, con un “Oye, ¿y si grabamos un Tik Tok?”, en un momento de aburrimiento. Lo que estos tres hermanos de Villanueva de Gállego no podían imaginar es que, en tan solo seis meses, iban a superar el millón y medio de seguidores en la red social de moda.

Son David, Iván y Víctor Manogue, (@Trillisvid en la red) tienen 20 años y las cosas muy claras: “Queremos ser influencers”. Una afirmación que, a pesar de que a muchos podría sonarles atrevida, ellos, junto a su madre Susana Bosqued, y “mejor amiga”, defienden a capa y espada. Estudiaron una FP de construcción y albañilería los tres juntos. “No nos separamos para nada. Tenemos el mismo grupo de amigos, los mismos hobbies y compartimos todo”, admite Iván.

Heraldo

“Lo de ser trillizos siempre ha sido algo que nos ha marcado. No es habitual y nos ha hecho destacar desde pequeños”, admite Víctor. Incluso ahora que les han comenzado a parar por la calle para pedirles sus primeras fotografías recuerdan cómo, de niños y cuando llevaban siempre la misma ropa, era algo bastante habitual. “Lo que pasa que ahora nos sorprende mucho más porque es gracias a las redes sociales”, añade el joven.

Todo fue idea de David, fue el último de los tres en llegar, pero es el que tiene mayor iniciativa. “Surgió en un momento de aburrimiento a finales del mes de enero. Vi el vídeo de unos gemelos en Tik Tok que estaba teniendo mucho tirón y les propuse a mis hermanos hacer algo”, rememora. Y, dicho y hecho, empezaron con los típicos retos de baile y ‘trends’ de moda. “Fue el sexto vídeo con el que empezó todo. Era un baile que estaba repitiendo todo el mundo y en el que íbamos los tres vestidos igual. Recuerdo que lo grabamos en La Cartuja a las 9.00 de la mañana, en un campo. Ese día pasamos de 10.000 seguidores a 60.000 de golpe”, añade el joven.

En verano, con 650.000, lograron duplicar su audiencia con tres vídeos en los que aparecían bailando juntos. Otro de sus vídeos más virales fue uno que grabaron con su madre, que ya ha superado los 17 millones de visualizaciones. Además, también gestionan una cuenta en Instagram en la que están a punto de alcanzar los 30.000 seguidores. “Nadie sabe muy bien cómo funciona esta red. Simplemente pasa, y nosotros lo tenemos que aprovechar”, afirman los jóvenes.

Cosas de trillizos

Otro contenido que tiene mucho tirón entre sus seguidores son los mitos que rodean a los trillizos. ¿Si pellizcas a uno lo sienten los otros dos? -este vídeo ha superado los 14 millones de visualizaciones- o ¿Lo que piensa uno lo sabe el resto? “También respondemos las típicas preguntas de si nos hemos intercambiado en un examen o las novias”, bromean. Cosas de trillizos que a su audiencia parece entretener.

Eso sí, aunque ante los ojos de cualquiera puedan parecer tres gotas de agua, ellos aseguran que son muy distintos. “De hecho, no nos parecemos en nada”, afirma David, que asegura que Iván, que nació en segundo lugar, es el más “chulín de los tres” mientras que Víctor, que nació el primero, es “el líder” aunque también “el más cabezón de todos”, bromea. “David es el más responsable de los tres y, sobre todo, el más serio”, añaden sus hermanos.

“A mis hermanos los veo como mis mejores amigos. Nunca nos aburrimos a pesar de estar siempre juntos y espero seguir así toda la vida”, apunta Iván. “El hecho de ser trillizos nos ha aportado ser diferentes, porque hay muy pocos en el mundo y eso nos ha acompañado y nos acompañará siempre”, reflexionan.

C.I.

El apoyo de su madre, fundamental

A pesar de que no todo el mundo entiende que estos tres jóvenes quieran dedicarse íntegramente a las redes sociales, su madre les apoya de manera incondicional: “Yo lo único que quiero es su felicidad. Y si esta es la manera, les apoyaré hasta el final”. Además, asegura que es la primera vez que demuestran tanto interés y constancia por algo y que se trata de un reto en el que están invirtiendo muchas horas.

“Dedicarse a las redes sociales no consiste en poner la cara y ya está. Tienen que pensar los vídeos, el escenario, la ropa, ensayar, y están subiendo entre 5 y 6 publicaciones al día. Realmente es un trabajo que conlleva mucho tiempo, aunque la gente no sea consciente de ello”, explica Bosqued, que reconoce que al principio tenía muchas dudas, pero que, al ver la repercusión y el alcance, y vivir cómo la gente les reconoce por la calle y les pide fotografías, se ha dado cuenta de que “algo están haciendo bien”.

Eso sí, el camino es largo y complejo. “Ahora mismo recibimos 11 euros por cada millón de visualizaciones. Hay veces que cobran un euro al día. Pero por algo se empieza. Lo que quiero es que luchen por sus sueños y acompañarlos”, concluye.