La pintora Conchita de la Cueva muestra sus 'coronadas' en la sala Juana Francés

Más de veinte obras componen esta muestra en la que aparecen cabezas femeninas coronadas por cuervos, libros, pinceles y hasta calaveras. La exposición estará abierta al público hasta el 29 de octubre.

Exposición 'coronadas' en la Sala Juana Francés
Exposición 'coronadas' en la Sala Juana Francés
MIGUEL G. GARCÍA/Ayuntamiento de Zaragoza

Mujeres coronadas con diferentes motivos protagonizan la nueva exposición de la sala Juana Francés que podrá verse hasta el próximo 29 de octubre. La artista zaragozana Conchita de la Cueva muestra en esta ocasión una serie realizada durante el confinamiento de marzo de 2020, para la que utilizó materiales reciclados que tenía en su estudio. Ahora esos cuadros, pintados sobre tejidos de tapicería y pañuelos tensados en bastidores, se muestran en la sala de la Casa de la Mujer, donde la pintora zaragozana expone por primera vez su obra.

Sobre este material reciclado, De la Cueva (Zaragoza, 1960) representa coronas posadas sobre cabezas femeninas, mujeres con rostro que miran fijamente al espectador mientras sostienen como pueden una carga añadida. La corona es precisamente el hilo conductor de todas las piezas, aunque adquiere esta vez un significado diferente. Consideradas a lo largo de la historia como símbolo de poder, nobleza o santidad, no lucen en esta ocasión como una distinción o laurel sino como una metáfora de los avatares de la vida.

De esta forma, las coronas de esta exposición están hechas de materiales poco convencionales y sobre la cabeza de las mujeres aparecen nidos de cuervos, libros, peces, corazones atravesados por espadas o incluso calaveras. Elementos utilizados por la artista para hablar de la pesada carga emocional provocada por los pesares de la vida.

"La corona, una metáfora de las preocupaciones"

“La corona es una metáfora de las preocupaciones que a todos se nos vienen encima, ya

sean hombres o mujeres”, ha indicado. Pero la artista ha elegido en esta ocasión colocar esta carga sobre cabezas femeninas, aunque, según ha precisado, no ha sido de forma intencionada. “Quizá es porque yo soy mujer y me resulta más fácil representar a mujeres en mi obra sobre la condición humana”, ha afirmado De la Cueva, quien también tiene su corona particular, ya que cuando trabaja acostumbra a sujetar los pinceles en su cabello rizado.

Pero además de hablar de la carga vital, la artista reflexiona también en esta obra sobre lamaldición de ser artista. “Uno es artista porque le toca, por casualidad, y tiene esa ansiedad de crear”, ha comentado De la Cueva, quien para explicar su idea recurre a la ‘Parábola de los talentos’. “En función del talento que se te ha dado tienes que responder y eso genera cierta ansiedad por crear”, ha resaltado la autora, quien desde hace casi veinte años, combina su trabajo creativo con el docente, dando clases particulares de pintura en su estudio.

La exposición, realizada sobre el material reciclado que la artista tenía en casa durante el confinamiento, se compone de cuatro cartones, dos lienzos pequeños, cinco bastidores con tapicería grande y doce capillas. Para estas pequeñas hornacinas,

inspiradas en los antiguos cuentos troquelados y pequeñas capillas de vírgenes o santos, De la Cueva utilizó maderadas recicladas de cajas de puros, alambre de gallineros, telas

metálicas y diversos cachivaches caseros. “Es una exposición que nació fruto de la necesidad y de la circunstancia del confinamiento”, ha remarcado.

Por su parte, la concejal de Mujer e Igualdad, María Antoñanzas, ha animado a la ciudadanía a visitar esta exposición que estará expuesta al público hasta el 29 de octubre y ha valorado el empeño de la sala Juana Francés por acercar a la ciudadanía el trabajo artístico de mujeres destacadas como Conchita de la Cueva, cuya obra,

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