Tercer Milenio

En colaboración con ITA

aragón es extraordinario

María Blasco, inquietud atecana por educar desde el entorno rural

Atecana de inacabable afán de conocimiento, divulgación y salvaguardia de los tesoros de su tierra. María (directora del IES Zaurín de Ateca) es una de esas personas que, como los equilibristas circenses del lejano Oriente, parecen tener siempre controlado el giro de cada plato, en su caso con un arsenal de metafóricos y larguísimos palos.

Ateca en Aragón es extraordinario
María Blasco en los soportales de la plaza de España de Ateca.
Jesús Macipe

Licenciada en Ciencias Geológicas, tiene sus raíces en la confluencia de los ríos Piedra, Manubles y Jalón; algo influyó esa geolocalización en que después de trabajar por medio Aragón decidiera volver a sus orígenes. María Blasco es directora del IES Zaurín de Ateca, además de investigadora y divulgadora.

Dicen que el amor se puede expresar en infinidad de formas. María no se queda con una sola vía para demostrar ese sentimiento hacia el entorno que la vio crecer, y utiliza varios recursos a la vez: la educación, el asociacionismo, la investigación y la divulgación. ¿Un rasgo de carácter? Siempre anda buscando una alternativa más, otra vuelta de tuerca. Nació en Ateca en 1972; de allí son su padre, Jesús, y su madre, Leonor Lázaro, quien comparte nombre con la hija de María, de 14 años.

Al IES Zaurín acuden 374 alumnos llegados de buena parte de la Comunidad de Calatayud. maría acumula ahora 12 en el centro, los cuatro últimos como máxima responsable; ya pasó por Teruel y la cabecera bilbilitana, y antes trabajó en educación ambiental en espacios naturales protegidos del Gobierno de Aragón: Añón, Agramonte, Gallocanta, Guara, Ordesa, Albarracín y Belchite fueron sus destinos.

Gratitud

"Volver volví porque quise. Tuve suerte y ese tiempo que estuve fuera conocí muchos pueblos de Aragón, muchas iniciativas, muy ricas. Es verdad que cuando regresé lo vi como una especie de deber", dice María mientras apura un café en la plaza de España de su localidad. Para ella es "una deuda que tienes que saldar, devolver lo que sabes o lo que has aprendido al lugar donde has nacido". Eso casa con dos de los módulos de formación profesional que se imparten en el centro de secundaria que coordina.

En el IES Zaurín, además de la ESO y Bachillerato, los alumnos pueden estudiar itinerarios en Cocina y Restauración, Cocina y Gastronomía y en Emergencias y Protección Civil. "Cocina lleva casi desde la apertura del instituto; estamos en una comarca con un componente hostelero importante: balnearios, el Monasterio de Piedra… así se da una respuesta a la oferta laboral que existe, con estudios que pueden permitir trabajar en la zona", explica.

La otra rama, la de Emergencias, es de implantación más reciente. "Fue hace tres años, y al revés: trajimos una oferta educativa novedosa, que en España solo se imparte en otros seis centros públicos, así que trae jóvenes a estudiar aquí", apunta María. Entre los inscritos hay estudiantes de Valencia, Orense, Alicante, Huesca y Guadalajara, entre otras provincias, "que se quedan a vivir aquí durante el curso en pisos compartidos, como otros lo hacen para estudiar en Zaragoza".

Para la docente, un centro de estas características asentado en una localidad de 1.762 habitantes tiene ventajas e inconvenientes. "Hay contras, como la inestabilidad de las plantillas, pero a favor tenemos un trato y una familiaridad que es imposible que se dé en una ciudad. Aquí conoces al alumno y las circunstancias que lo rodean. Creo que hay más ventajas que inconvenientes, sinceramente", insiste.

Tras más de una década en este destino, Blasco reconoce que el cargo de directora "me echaba para atrás, porque hay más de gestión que de docente, pero la dirección te permite llevar a cabo proyectos y medidas". Este año estrenan el bilingüismo en la ESO y volverán a contar con participación del programa Arraigo de la Diputación de Zaragoza, ya que la antigua alumna Andrea Alejandre hará una estancia en la que unirá investigación de campo y trabajo en el aula.

"Lo que también intentamos es hacer que el centro resulte atractivo para los docentes, ofrecer recursos de formación, alternativas diferentes que a un profesor le sirvan, para que le compense una hora más de coche", argumenta. "Tenemos, por ejemplo, cursos intercentros que vienen a formarse aquí de otros centros, en Geología son 36 de diferentes puntos", detalla, al mismo tiempo que asegura que "va ligado a la innovación, y eso atrae".

A lo largo de estos años, la labor docente y el trabajo de los estudiantes se han traducido en numerosos galardones. Así, entre los reconocimientos se encuentran el Premio Medio Ambiente en Aragón con el proyecto 'Los Lugares de Interés Geológico como herramienta de educación ambiental' y el primer premio en el Concurso de Cristalización de la Escuela en Aragón con el proyecto 'Colmenares Cristalinos' que ganaron en 2018 y en el que obtuvieron sendos accésit en 2017 y 2019.

Ardua investigación del territorio y minuciosa labor de campo

Ateca en Aragón es extraordinario
Blasco es una defensora del patrimonio arquitectónico y natural de toda la zona.
J. M.

En 2005 nació la Asociación Cultural Carrabilla, de la que María Blasco es presidenta. "La fundamos con la idea de trabajar por el medio rural, pero de una forma grupal; huye de los localismos y busca iniciativas comunes que engloben a varios pueblos en la cubeta de Ariza o el valle del Manubles", puntualiza. Hablando de logros, Blasco se sincera. "Creo que conseguimos que hubiera más autoestima al valorar el territorio".

Su labor se vio también recompensada con el premio Tierra de Mujeres, cuya remuneración se invirtió en la recuperación de un aprisco para ganado en Berdejo, o el premio Medio Ambiente en Aragón, con el que en Moros –a través de un libro– se contaron 16 historias de trabajo en el campo con los burros y sus dueños como denominador común.

Esos proyectos les han llevado a una labor de campo desde la ribera del Mesa, a la del Aranda, el Manubles o el Campo de Daroca que se han convertido en publicaciones. Entre las temáticas, las construcciones pastoriles –puntos de interés paisajístico en la comarca– y los colmenares, que financian con el premio que concede la Asociación Española de Apicultores y el Ayuntamiento de Azuqueca de Henares. Empezaron con la zona de Calatayud y ahora están con las de Daroca. Y andan con otro trabajo en el horno, para recopilar la arquitectura tradicional de la comarca bilbilitana. "Son 15 años de trabajo y aparecen desde edificios relacionados con el hielo, los balnearios, edificios dispersos muy diverso".

A eso se une otro en pleno desarrollo relacionado con la Raya, la frontera entre los reinos de Aragón y Castilla y que engloba a cuatro provincias: Soria, Guadalajara, Teruel y Zaragoza.

Una faceta divulgadora a través de las ondas

María Blasco también es consejera del Centro de Estudios Bilbilitanos; todos los trabajos descritos, aunque se traduzcan en libros dirigidos a públicos más especializados, también se difunden al público general. María hace su aporte en este sentido desde hace seis años a través de los micrófonos de la emisora de la Cadena SER en Calatayud, con la compañía y apoyo de las periodistas de la sede bilbilitana.

"Empezamos en 2016 con Silvia Lacárcel y la sección ‘Viaje al origen de la Tierra’ en la que repasamos en 15 episodios los lugares de interés geológico de las comarcas de Calatayud, Aranda, Valdejalón y Daroca", recuerda María. "Salió muy bien y hemos repetido el formato, contando con un invitado". El espacio, por cierto, recibió un accésit de los Premios Tercer Milenio de HERALDO DE ARAGÓN en la categoría Divulgación.

A aquella aventura siguieron –ya con las aportaciones de Natalia Ibáñez y Esperanza Sánchez– 'Memorias de piedra y adobe', en la que repasaban la arquitectura tradicional de las mismas demarcaciones, y ‘24/7. Siempre alerta’, en la que descubrieron el esfuerzo que hay tras la labor de los equipos de emergencia. "Por ‘24/7’, el Ministerio de Agricultura nos dio el Premio de Excelencia a la Innovación para Mujeres Rurales; con el dinero financiamos parte del libro sobre arquitectura tradicional, ‘Maestros de piedra y muro’, y tuvimos un detalle de agradecimiento a los trabajadores de las BRIF (Brigadas de Refuerzo en Incendios Forestales)", detalla.

María recuerda el apoyo en cada proyecto de personas del IES, de Carrabilla y de su hermana Elena. La última experiencia, que arrancó en septiembre de 2020, se llama 'La raya castellanoaragonesa. Fronteras que unen' y ha sumado recientemente la participación de Luz Morcillo. "Hemos conocido los pueblos, personas, iniciativas... me ha dejado huella el papel de la mujer". 

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