El plan Pignatelli recibe otro revés de la oposición y PP-Cs cita a los grupos para desbloquearlo

El segundo intento del gobierno municipal PP-Cs de impulsar el plan de regeneración del sector Pignatelli-Zamoray se saldó como el primero: con las críticas de la oposición por la falta de diálogo y con el concejal de Urbanismo, Víctor Serrano, aplazando las obras. Ante el rechazo de los grupos, y en especial del socio preferente, Vox, el edil se vio obligado este martes en el Consejo de Gerencia a retirar el expediente del proyecto de intervención en la calle de Agustina de Aragón, la primera de una serie de actuaciones previstas para revitalizar este degradado rincón del Casco Histórico.

Ahora, nueve meses después de que el gobierno presentara su plan de acción en Pignatelli, Serrano ha citado al resto de grupos a una reunión el próximo día 16 en la que tratarán de buscar, junto con los técnicos de Urbanismo, una solución de «consenso» que «dé respuesta a las demandas de los vecinos», señaló el edil.

El plan que diseñó en su momento el gobierno giraba en torno a tres ejes de actuación. Por un lado, se apostaba por reforzar los equipamientos de la zona con un nombre propio, la conversión del antiguo cuartel de Pontoneros en residencia universitaria privada. Además, el Consistorio impulsaría proyectos y ayudas para la rehabilitación de edificios, algunos ya en marcha, por ejemplo, en la calle de Cerezo.

Finalmente, para la regeneración urbanística del sector se reservaba una partida de 2 millones de euros que, hasta la fecha, siguen sin ejecutar. El gobierno apostó por acometer en primer lugar la mejora del entorno de la iglesia de Santiago el Mayor, una idea que se encontró con el rechazo de los vecinos y de la oposición al considerar que otras calles tienen carencias más urgentes, lo que obligó a Serrano a reconfigurar el plan la pasada primavera.

Aceras y bancos

El nuevo orden de prioridades que surgió de aquel cambio fijaba la calle de Agustina de Aragón como la primera en recibir la visita de las máquinas para renovar las aceras e instalar bancos, entre otras mejoras. El proyecto llegó ayer el Consejo de Gerencia pero la oposición pidió su retirada para tratar de alcanzar un acuerdo global sobre todo el sector.

«Es nuestra obligación dar a los vecinos una respuesta global por parte de todos los grupos municipales. No nos puede ocurrir que por posiciones políticas sigamos demorando la toma de decisiones en Pignatelli», indicó tras el encuentro Serrano, que pidió al resto de formaciones «consenso, diálogo y responsabilidad» de cara a la reunión de la próxima semana.

Desde el grupo socialista, el concejal Horacio Royo celebró la decisión. «Nos ha costado diez meses, pero vecinos y grupos municipales hemos conseguido que el gobierno recapacite y acepte sentarse a negociar para desatascar el plan Pignatelli». En el PSOE aseguraron que irán con «propuestas y voluntad de acuerdo».

Por su parte, desde ZEC reclamaron que los representantes vecinales participen directamente en las negociaciones –está previsto presentarles con posterioridad el acuerdo que alcancen los grupos– y que el plan cuente con un consenso generalizado.

Desde Podemos, su portavoz, Fernando Rivarés, defendió que «cualquier intervención parcial tiene que ser coherente con un planteamiento global en la zona», por lo que pidió una «aprobación consensuada» del plan Pignatelli.

Finalmente, Julio Calvo (Vox), criticó que el gobierno haya previsto la instalación de bancos en Agustina de Aragón ya que, dijo, los vecinos están en contra porque «sirven de punto de reunión hasta altas horas de la madrugada». El edil pidió a Serrano que se siente con los afectados para oír «de primera mano» sus quejas.