sucesos
La joven que sufrió la violación grupal en Zaragoza renuncia también a sus derechos como víctima
El juzgado intentó citarla para hacerle el ofrecimiento de acciones como perjudicada, pero no está localizable. El temor a los agresores y las secuelas psicológicas que arrastra parecen estar condicionándola.
El temor que le infunden tanto los seis investigados como su entorno y las graves secuelas psicológicas que arrastra más de un año después de la traumática experiencia parecen haber llevado a la víctima de la violación grupal de los Dominican Don’t Play (DDP) en Zaragoza a intentar olvidarse de todo. La joven, de 22 años, no quiso denunciar a sus agresores cuando se produjeron los hechos, a finales de junio de 2020. Y tampoco quiso hacerlo cuando hace solo unos días la Policía Nacional consiguió identificarla y le tomó declaración. Según ha podido saber HERALDO, el juzgado que investiga lo sucedido intentó citarla este pasado fin de semana para hacerle el ofrecimiento de acciones como víctima, un trámite que le permitiría personarse en los autos y reclamar por los daños sufridos. Sin embargo, también habría renunciado de momento a ello.
A lo único que aspiraba la joven cuando habló con la Brigada de Información y los funcionarios de la Unidad de Atención a la Familia y la Mujer (Ufam) era a conseguir una orden de protección que impidiera a los presuntos agresores comunicarse con ella o aproximarse a su domicilio o lugar de trabajo. Y eso sí lo ha conseguido, ya que el juez ha dado curso a su petición.
De los seis miembros de los DDP que aparecen en las 16 grabaciones que han servido a la Policía Nacional para investigar la violación grupal y detener a sus supuestos autores, cinco se encuentran actualmente en el centro penitenciario de Zuera. Sin embargo, el sexto se dio a la fuga y todavía no ha podido ser localizado.
El magistrado ha dictado sendas órdenes para que ninguno de ellos se aproxime o intente contactar con la joven. Y la misma prohibición ha impuesto a la novia de uno de los encarcelados, quien también fue detenida la semana pasada por un delito de amenazas, ya que habría telefoneado a la víctima para amedrentarla con el objetivo de que no denuncie. La mujer quedó en libertad con cargos tras comparecer en el juzgado de guardia, de ahí la necesidad de dictar también una orden de alejamiento respecto a ella.
Con el ánimo de dar la mayor protección a la víctima, el juez que instruye el caso ha decretado también el secreto de las diligencias. El pasado viernes pudo interrogar a los últimos detenidos, Enock A. M. y Pablo Andrés S. M. Ahora, el instructor tendrá que escuchar también la versión de los tres encausados que se encuentran en prisión: el líder de los DDP, StevenGuarionex V. M., y sus lugartenientes, Santiago L. V. y Juan Estibel F.C.
