movilidad

Los nuevos autobuses eléctricos llegarán a Zaragoza a finales de 2022 tras una inversión de casi 48 millones de euros

El Gobierno da luz verde a la adquisición de 68 vehículos ecológicos y a las obras de electrificación de cocheras, que comenzarán de forma "inminente"

Nuevo tranvía con ruedas en Zaragoza
Nuevo tranvía con ruedas en Zaragoza
M. López

La capital aragonesa sigue su camino hacia una movilidad 100% sostenible. Los nuevos autobuses eléctricos con los que la coalición PP-Cs quiere renovar la flota comenzarán a verse por las calles de la ciudad a finales del año que viene. El Gobierno ha dado este viernes luz verde a la adquisición de los vehículos. Serán 68 y tendrán un coste total de 39,7 millones de euros, que será asumido inicialmente por la empresa Avanza. También se ha aprobado el contrato marco entre la concesionaria y Endesa para llevar a cabo las obras necesarias para la electrificación de las cocheras, que en este caso ascenderán a 8,1 millones. Tienen un plazo máximo de ejecución de 15 meses, por lo que, según ha asegurado la concejal de Movilidad, Natalia Chueca, el objetivo es que se inicien de forma "inminente" para que aproximadamente en octubre se puedan ver los primeros buses.

La electrificación de la flota es una operación "compleja y ambiciosa", según ha dicho la edil, que ha asegurado que se trata del proyecto más importante de estas características que hay ahora en marcha en el país. Responde, ha incidido, a un "serio compromiso": que en Zaragoza nunca más se vuelva a comprar un autobús contaminante. La meta es adelantarse a la fecha marcada por la Unión Europea y que la ciudad se convierta en climáticamente neutra en 2030, como ya ha defendido en varias ocasiones el alcalde, Jorge Azcón, y este será el proyecto más importante del Área en este sentido.

Precisamente, las cocheras no solo se van a adaptar para los nuevos autobuses que están por llegar, sino que los trabajos se harán de tal forma que permitan la adquisición de otros en el futuro sin necesidad de acometer grandes cambios. En concreto, se construirá una línea eléctrica de alta tensión entre la subestación transformadora de Torre Olivera y el acceso a cocheras. A su vez, habrá que instalar una red de distribución interior de media tensión y sus correspondientes cargadores individuales que, como ha contado Chueca, serán pantógrafos invertidos. Se trata de un sistema que consta de una estructura fija para cada autobús y que suministra la energía a través de unas pletinas instaladas en el techo de los vehículos. 

Sobre los buses, se ha optado por el IE Tram de la empresa Irizar, tras hacer un estudio comparativo de ocho modelos de diferentes marcas. Estos tienen un diseño moderno con formas aerodinámicas muy similar al de un tranvía, son más cómodos, silenciosos y están dotados de tecnología que los hace más seguros. Disponen, incluso, de puntos de carga USB. Se van a comprar 51 unidades de 12 metros y 17 articuladas que alcanzarán los 18. La concesionaria Avanza asumirá en un primer momento su coste, de casi 40 millones de euros, y posteriormente será abonado por el Ayuntamiento en concepto de ajuste de inversión, según establece el contrato. 

Pero el aspecto más destacado, como ha incidido Chueca, es el de su sostenibilidad en el medio urbano, debido al drástico ahorro en la emisión de gases contaminantes. Sustituir cada autobús diésel por otro eléctrico supone un ahorro de 1.700 toneladas de CO2 emitidas a lo largo de su vida útil. Se calcula que, cuando toda la flota esté sustituida por vehículos eléctricos, Zaragoza ahorrará más de 621.000 toneladas de emisiones de CO2.

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