El Ayuntamiento de Zaragoza no cobrará la plusvalía si las escrituras certifican que no hay aumento de valor

La medida se incorpora ya a la gestión de las liquidaciones de las transmisiones de inmuebles. En septiembre estará lista una aplicación para abonar el tributo a través de la web.

La concejal de Hacienda, María Navarro, en una comisión de su Área
La concejal de Hacienda, María Navarro, en una comisión de su Área
Toni Galán

Después de años de controversia en la gestión de la plusvalía, el Ayuntamiento de Zaragoza ha decidido que el contribuyente solo tendrá que presentar las escrituras para confirmar que no ha habido incremento de valor en la transmisión de un inmueble y, por tanto, librarse de pagar el impuesto. Esta fórmula, unida a un simulador informático que se pondrá en servicio en septiembre, permitirá acabar con la indefinición jurídica que ha afectado a este tributo desde que en 2017 el Tribunal Constitucional dictaminó que no se podía cobrar si el cambio de propiedad no generaba un beneficio patrimonial.

La plusvalía es el segundo tributo en importancia en el Ayuntamiento después del Impuesto sobre los Bienes Inmuebles (IBI). Afecta a cualquier operación de compraventa de una propiedad inmobiliaria, pero también si existe una donación, una herencia o un usufructo. Es controvertido porque, aunque en teoría tiene quiere gravar el aumento de valor de un suelo, la fórmula con la que se calcula la cuota ha permitido en los últimos años que se siguiera cobrando pese a que los precios de la vivienda se estaban hundiendo. Esto supuso una gran litigiosidad hasta que el Constitucional zanjó la cuestión en favor de la posición del contribuyente.

Falta de regulación estatal

Pero desde ese momento no ha habido una regulación por parte del Ministerio de Hacienda que dejara claro cómo se podía determinar si un inmueble había perdido o ganado valor. Esto ha provocado numerosos quebraderos de cabeza a los ayuntamientos. Una de las decisiones que adoptó el Consistorio zaragozano durante la etapa de gobierno de ZEC fue admitir las liquidaciones ‘a cuota cero’, es decir, sin cobrar ni un solo euro cuando el contribuyente considerara que había' minusvalía. Esto no significaba que no fuera a cobrar el tributo, sino que se dejaba en suspenso hasta que se aclararan la legislación y los criterios para verificar la pérdida de valor. Mientras esto ocurría, la litigiosidad se disparó.

Fuentes municipales explicaron que la doctrina que el Supremo ha venido estableciendo desde 2017 es que corresponde al sujeto pasivo, es decir, al contribuyente, "acreditar la inexistencia del incremento de valor (minusvalía)". También ha determinado en sus resoluciones que el medio de prueba "más generalizado" es el importe que figura en las escrituras notariales. Por último, el Supremo ha concluido que frente al medio de prueba propuesto por el ciudadano, el Ayuntamiento tiene que demostrar la existencia de un incremento de valor mediante otras fórmulas, por ejemplo, con un informe de valoración de un funcionario público.

Con la solución de tomar la referencia de las escrituras, se eliminan las autoliquidaciones a cero, que están siendo revisadas para ver si se debe cobrar o no el tributo, y se deberá abonar el impuesto siempre que haya revalorización. Si el contribuyente no lo hace, el Ayuntamiento incoará un expediente para comprobar el valor del bien y proceder a la imposición de una sanción con los correspondientes intereses.

"La liquidación será justa"

Para la concejal de Hacienda, María Navarro, el nuevo sistema permitirá liquidar la plusvalía "de manera justa, en igualdad de condiciones", dado que en muchas ocasiones los contribuyentes con mayor capacidad de recurrir a los tribunales eran los que al final lograban evitar el pago del impuesto. "Lo más importante es que cuando el ciudadano crea que hay una minusvalía en el inmueble, busque el título anterior y recurra al simulador que va a poner en marcha el Ayuntamiento. El ciudadano no se va a tener que gastar el dinero en un informe pericial o en abogados", afirmó Navarro, que recordó que el Área de Hacienda lleva más de año y medio trabajando en este proyecto.

A partir de ahora, el Consistorio inicia un periodo de pruebas para implantar la medida en las dos ventanillas que atienden al ciudadano de manera presencial en el Edificio Seminario de Vía Hispanidad. Por tanto, los interesados podrán presentar, con cita previa, los valores de escritura y solo liquidar cuando haya un aumento de valor. El trámite será de momento presencial, aunque los funcionarios ya dispondrán de la aplicación y el simulador para calcular la cuota si algún ciudadano presenta sus escrituras.

A finales de septiembre, los citados recursos informáticos estarán a disposición del ciudadano. A través de la web municipal, los contribuyentes que tengan certificado digital o ‘Cl@ve’ podrán abonar el impuesto a través de la plataforma de pago. Fuentes municipales explicaron que se hará una campaña de difusión sobre todo lo relacionado con la plusvalía. Posteriormente, este cambio quedará integrado en la nueva redacción de la ordenanza fiscal que regula el cobro del tributo.

Para afrontar este cambio, el Ayuntamiento se va a ver obligado a incrementar el número de ventanillas para la asistencia o ayuda presencial a los contribuyentes hasta que se generalice el uso de la aplicación en la web municipal. Además, se va a crear una unidad con arquitectos municipales con el objetivo de hacer, de forma individualizada, los informes de valoración técnica necesarios para proceder al cobro, si así se considera oportuno.

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