Entrar al nuevo local de La Planteria, ubicado en el número 21 de la de Don Juan de Aragón, en el corazón del barrio de La Magdalena, es adentrarse en un universo paralelo en el que las plantas, el color verde y los detalles en madera lo dominan absolutamente todo. Y es que era eso lo que precisamente andaba buscando su creador, Alejandro Moreno, madrileño de nacimiento, aunque lleva más de una década residiendo en la capital aragonesa.

A sus 31 años, cuenta con una dilatada carrera en el mundo del diseño y el escaparatismo. Sin embargo, su pasión por las plantas y el mundo botánico le tiraba demasiado. Tanto, tanto, que hace unos meses decidió dejar un trabajo fijo y una vida estable por cumplir su sueño: abrir una concept store botánica. “Sentía que era el momento. Necesitaba darle un giro a mi vida y tenía claro lo que quería traer a la ciudad”, asevera.

Y, dicho y hecho, se puso manos a la obra e, incluso, dio con el local ideal. Sin embargo, cuando apenas le quedaban los últimos detalles para decidirse a dar el paso… llegó la pandemia. “Lo que comenzó siendo un proyecto de tienda especializada acabó por convertirse en un proyecto de tienda ‘on line’ que, sin saber muy bien cómo, fue todo un éxito durante el tiempo que estuvimos confinados”, relata. También aprovechó los meses de encierro para darse a conocer a través de vídeos con consejos sobre botánica, que gozaron de gran aceptación entre su público.

Por eso, decidió esperar a que pasase la tormenta y asentar mejor la idea de negocio. Y un martes y 13 abrió por vez primera la persiana de este proyecto. Una apuesta por un nuevo concepto en nuestro país que, sin embargo, está muy extendido por el resto de Europa y América. “En mi caso, ha sido un proceso que ha ido desarrollándose muy poco a poco. Al mudarme aquí me di cuenta de que siempre llevaba conmigo una planta y que realmente me apasionaba cuidarlas. Es como volver a cuando era un niño”, admite.

Eso, y que, debido al trabajo de su padre, dedicado al mundo del interiorismo y la decoración, en su casa “siempre hemos sabido rodearnos de cosas bonitas”. Algo que ha intentado trasladar al local de La Planteria que, con un gran escaparate repleto de todo tipo de plantas de lo más exóticas, no deja indiferente a nadie.

“Las plantas nos ofrecen un espacio de evasión y de conexión con la naturaleza, y nos permite seguir la evolución de un ser vivo al que nosotros mismos estamos cuidando. Esto es algo que la pandemia ha puesto de relieve y que ha hecho que muchas personas desarrollen esta nueva afición”, señala Moreno. En su caso, el emprendedor ha optado por desarrollar su faceta más creativa creando nuevos diseños entre los que destacan sus colgadores de macramé realizados por él mismo, las macetas de cerámica pintadas a mano o los murales vegetales de madera personalizados.

Un proyecto vivo y cambiante

“Otra de las ideas que tengo es hacer talleres para enseñar a quienes quieran a crear sus propios centros vegetales o terrarios, o personalizar sus macetas y tiestos”, añade. Aunque, para eso, habrá que esperar a ver cómo se desarrollan los acontecimientos y cómo avanzan los contagios. Y es que, como él mismo explica, el de La Planteria es un concepto vivo y cambiante, como lo son sus plantas y prácticamente todo lo que se encuentra en el interior del local que regenta.

Además, también realiza un servicio de diseño y decoración de espacios -entre sus últimos trabajos se encuentran la cervecería Hoppy con su jardín urbano o la cafetería Justicia- y un servicio de mantenimiento regular para que sus clientes no tengan que preocuparse del cuidado de estas plantas.

“Tengo muchas ideas, muchísimas, pero necesito que la crisis sanitaria vaya pasando. En un futuro me gustaría crear un punto de encuentro de intercambio de esquejes, por ejemplo, o encuentros, charlas…”, añade. ¿El objetivo? Convertir La Planteria en un punto de encuentro de la comunidad botánica zaragozana.