La nueva ordenanza de Zaragoza obliga desde este domingo a reducir el horario de apertura de terrazas y veladores
La nueva normativa limita los horarios de apertura y es más exigente con el ruido a cambio de una mayor flexibilidad en la ocupación del espacio.
![TERRAZAS Y VELADORES ( ZARAGOZA ) / 27/05/2021 / FOTO : OLIVER DUCH[[[FOTOGRAFOS]]]](https://imagenes.heraldo.es/files/image_990_556/uploads/imagenes/2021/05/27/terrazas-y-veladores-38079886.jpeg)
![TERRAZAS Y VELADORES ( ZARAGOZA ) / 27/05/2021 / FOTO : OLIVER DUCH[[[FOTOGRAFOS]]]](https://imagenes.heraldo.es/files/image_640_360/uploads/imagenes/2021/05/27/terrazas-y-veladores-38079886.jpeg)
Los trabajadores de los bares y restaurantes con terraza de la capital aragonesa deberán recoger este domingo las mesas exteriores una hora antes de lo habitual. O, al menos, de lo que solía ser costumbre antes de la covid. La nueva ordenanza municipal de veladores entra este domingo en vigor con un adelanto del cierre que se hará efectivo siempre que las normas sanitarias no sean más restrictivas, con la unificación de criterios estéticos y con un mayor control del ruido. La norma, que además da carácter permanente a las mesas en calzada, establece una reducción del horario de media hora los fines de semana –que de momento no se aplicará porque la DGA solo permite a la hostelería abrir hasta la 1.00– y de una el resto de días.
El texto, aprobado por el pleno a finales de mayo, actualiza el de 2012 y se publicó este sábado en el Boletín Oficial de la Provincia. Trata de conciliar las reivindicaciones tanto del sector como de los colectivos vecinales, en la longeva batalla que disputan en torno a los intereses económicos de unos y el derecho al descanso de los otros y, aunque no ha contentado por completo en ninguno de los casos, ha recibido alabanzas y críticas casi a partes iguales. La concejal de Servicios Públicos, Natalia Chueca, recordó que la ordenanza ha sido "fruto de muchos meses de trabajo" con ambas partes, así como con los grupos municipales. Y aseguró que el resultado ha sido una norma "sólida" que incluye "referencias claras a la actual realidad de la ciudad".
Precisamente, lo que nació como una medida provisional en medio de la pandemia para ayudar a unos negocios ahogados por las fuertes restricciones formará parte permenentemente de las calles de Zaragoza. Las terrazas en calzada, que según los últimos datos del Consistorio ya superan las 400, han venido para quedarse. La ordenanza las consolida y hace oficiales sus condiciones. En ningún caso podrán suponer la supresión de más de una tercera parte de las plazas de estacionamiento disponibles en el correspondiente polígono de tráfico y la reserva de espacio para personas con discapacidad será prioritaria. "La actividad al aire libre se ha demostrado como la más segura, siempre y cuando se respeten las normas sanitarias", defendió la edil.
En cuanto al horario, el cierre se deberá adelantar a medianoche de domingo a jueves (hasta ahora estaba fijado a la 1.00) y a la 1.30 los viernes, sábados y víspera de festivos (antes estaba permitido hasta las 2.00). Los barrios rurales, que podían dar servicio de terraza hasta las 3.00 los fines de semana, pasarán a las 2.30. En todo caso, como recuerdan desde el Ayuntamiento, habrá que respetar siempre las limitaciones dispuestas por el Gobierno de Aragón en las diferentes fases de la crisis sanitaria.
Sonómetro obligatorio
La ordenanza también incluye novedades en cuanto a la accesibilidad y al control de ruidos. En este caso, los veladores que tengan más de 25 metros cuadrados de superficie deberán disponer de un sonómetro para medir los decibelios. Y los propios hosteleros deberán encargarse de controlar que no se supera el máximo permitido y de adoptar las medidas necesarias para limitar las molestias.
Y, en cuestión de espacio, la intención ha sido, según explicaron desde el gobierno PP-Cs, que las nuevas normas sean "plenamente respetuosas" con las diferentes necesidades en materia de accesibilidad. Así, la disposición de las terrazas deberá mantener un paso peatonal continuo en línea recta de 1,80 metros de anchura, excepto cuando la acera mida más de 4 metros, que se deberá dejar libre al menos la mitad.
Además, la publicidad queda prohibida en cualquiera de los elementos excepto si lo que se promociona es el propio local o, en el caso de mesas y sillas, si son símbolos o letras de pequeño tamaño y escaso impacto visual. Tampoco estará permitido escoger colores estridentes para el mobiliario. Y, entre otras condiciones, los calefactores deberán ser eléctricos o de otras fuentes de energía renovable.
Más exigencia
Finalmente, la normativa contempla más exigencia dentro de su régimen sancionador, e incluso la posibilidad de revocar la licencia bajo determinadas circunstancias. Y, para evitar que este extremo se produzca, a partir de mañana la Policía Local iniciará una campaña de comunicación, en colaboración con las entidades del sector, Cámara de Zaragoza y Ecovidrio, en la que se repartirá un díptico con las principales novedades.
"Estaremos vigilantes ante cualquier tipo de incumplimiento que pudiera producirse", remarcó Chueca, que insistió en la necesidad de que los hosteleros colaboren para aplicar la ordenanza "sin molestias para los vecinos ni para los peatones".
