Un miércoles en el mercadillo de Zaragoza: "Las ventas han bajado un 80%"

Los responsables de los puestos agradecen al Ayuntamiento el interés que han demostrado en los últimos meses. Además, recuerdan que es un espacio al aire libre y con distancias.

Estampa del mercado ambulante de Zaragoza este miércoles.
Estampa del mercado ambulante de Zaragoza este miércoles.
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Una peregrinación de bolsas verdes regresa del parquin sur de la Expo. Es miércoles y han comprado en el mercado ambulante de Zaragoza. El comienzo de la mañana ha estado salpicado por la lluvia, mientras que el resto ha sido de viento, solo hay que ver el baile de los vestidos y manteles. A pesar de ello, son decenas los comerciantes que han desafiado al tiempo y han armado sus puestos.

Es lo que se descubre tras haber pasado el acceso y aplicarse gel en las manos. "Volver fue como un respiro para nosotros. Además, aquí estamos al aire libre, hay distancia y tenemos geles por todos lados", describe Esther Jiménez, presidenta del mercado ambulante, a la par que muestra los de su puesto.

"Muchas familias dependen de este mercado, por ejemplo, en mi caso dependen seis personas"

Cuando se les pregunta a los vendedores por las ventas coinciden en una palabra: "Flojas". "Este año está siendo tremendo, muy difícil. Somos pequeño comercio y estamos como el resto de los comerciantes. Las ventas han bajado un 80%", explica Jiménez, quien también gestiona un puesto de textil, donde encontrar bisos, camisetas interiores, sujetadores o bragas. "¿Ves cómo están los locales cerrados? Pues nosotros igual o peor", apoya Marcelina en otro pasillo, mientras dobla cortinas. "Muchas familias dependen de este mercado, por ejemplo, en mi caso dependen seis personas", apunta Samuel Bautista, al frente de un puesto de zapatillas y con clientela fiel desde la época que estaban instalados en la Romareda.

Samuel Bautista, en su puesto del mercado ambulante.
Samuel Bautista, en su puesto del mercado ambulante.
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Aunque lamenten la situación que se está atravesando alaban una y otra vez la gestión que ha realizado el Ayuntamiento de Zaragoza: "Agradecemos al Consistorio toda la implicación, desde el primer momento y en concreto a la concejala Carmen Herrarte, que se ha preocupado muchísimo por este mercado". Recuerdan que los dos meses del confinamiento estricto no pagaron la tasa y que ahora la tienen rebajada, un gesto que valoran.

De la mano del Ayuntamiento han realizado las últimas mejoras. "Instalar megafonía ha sido un avance muy importante, igual que los bancos para las personas mayores, las papeleras o una fuente de agua que pusieron y que está muy bien cuando vienen con niños", expone Jiménez. Consideran que tal vez no sea ahora el mejor momento para seguir haciendo inversiones, pero sobre la mesa proponen varias mejoras que creen que les ayudarían a atraer a más clientela. La primera de ella es el transporte público. "La línea del 42 podía llegar hasta aquí o alargar la del 23 que está cerquita", plantea Jiménez. Algo que echan de menos en especial los miércoles: "Es un día de trabajo y de colegio durante el curso y disponen de menos tiempo y a veces tienen que coger dos autobuses. Está muy a desmano".

Esther Jiménez, presidenta del mercado ambulante de Zaragoza, en su puesto de textil.
Esther Jiménez, presidenta del mercado ambulante de Zaragoza, en su puesto de textil.
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Otra de las modificaciones que les facilitaría el trabajo podría ser el techado del mercado. "Sería el principio para tener un mercado en condiciones -sostiene la presidenta del mercado-. Cuando llueve estaría a resguardo y cuando hace 40ºC, estaría a cubierto. Además, se podría emplear para otras funciones". En esa idea coincide también Bautista: "Se ha degradado poco a poco, lo que hace que estemos viviendo ya de nuestros propios recursos. Son más los riesgos que los beneficios".

Desde el pasado mes de abril, los domingos cuentan con puestos de comida, algo que creen que se podría ampliar también al miércoles para que la oferta fuera más completa. "Son frutas y verduras de la huerta de Zaragoza, de muy buena calidad. Aunque llueva, la gente hace fila", dice Jiménez. Además, esta vendedora también propone ampliar el abanico con productos envasados y recuerda que cuando el mercadillo se ubicaba en la Romareda había comida. "Y en Huesca teníamos un camión-tienda donde asaban hasta pollos asados", añade Jiménez.

El puesto de cortinas de Marcelina, en el mercado ambulante de Zaragoza.
El puesto de cortinas de Marcelina, en el mercado ambulante de Zaragoza.
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"El regateo es un problema, en una tienda no lo hacen por respeto, pero aquí…"

El regateo es otro de los inconveniente que se encuentran estos comerciantes. "El regateo es un problema, en una tienda no lo hacen por respeto, pero aquí…". Marcelina no termina la frase cuando una señora le pide que le venda una cortina a 12 euros en lugar a 13. Ella cede. "Así es la venta ambulante”, contesta encogiéndose de brazos.

Es miércoles, el mismo día que el Ayuntamiento implantó la aplicación 'Volveremos'. "Por eso igual viene menos gente los miércoles también", se piensa Marcelina. "Lo podríamos poner también, además estamos vendiendo por internet, aunque aquí el trato es directo", contesta la presidenta.

"Una forma de vida"

"Este mercado es como un ramillete de flores, tenemos de todas las culturas", dice orgullosa Esther Jiménez, quien considera que "ser ambulante es una forma de vida que me encanta". Al otro lado de los puestos analizan que, mientras los miércoles son más "flojos", los domingos es una propuesta para quedar y pasear.

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