El plan de Pignatelli comenzará en Agustina de Aragón, mientras la oposición habla de "fracaso"
Las obras afectan al tramo entre las calles Cerezo y Mayoral y habrá dos plazas junto a Miguel de Ara. Urbanismo no tendrá finalizado el nuevo listado de prioridades del proyecto hasta el mes de octubre.
El Ayuntamiento de Zaragoza ya ha decidido por dónde va a comenzar las obras previstas en el plan especial Pignatelli-Zamoray, que pretende revitalizar esta zona del Casco Histórico. La calle de Agustina de Aragón, entre Cerezo y Mayoral, así como la construcción de dos plazuelas en la confluencia de Miguel de Ara, recibirá medio millón de euros para su mejora. Pero los escasos avances que ha registrado el proyecto, que sigue pendiente de aprobación formal, suscitaron este lunes duras críticas de la oposición en la comisión de Urbanismo. "Es un fracaso", dijo el PSOE.
El plan, que contempla obras de urbanización, vivienda y equipamientos por valor de 22 millones de euros, estaba llamado a paliar los problemas urbanísticos, sociales y de seguridad que arrastra este barrio. El listado inicial de previsiones que presentó el gobierno PP-Cs fue rechazado por los vecinos, que reclamaron que se diera prioridad a las zonas más degradadas. El Consistorio quería actuar en primer lugar en el entorno de la iglesia de San Ildefonso (también conocida como de Santiago el Menor) y en la plaza de San Lamberto, así como en Madre Rafols y Ramón de Pignatelli.
Cambio de prioridades
Ante la controversia, el concejal de Urbanismo, Víctor Serrano, rectificó y relegó las obras del entorno de la iglesia de San Ildefonso y de Madre Rafols para actuar en las zonas interiores. El responsable municipal explicó este lunes que en un plazo de tres meses, previsiblemente en octubre, el nuevo listado de prioridades del plan especial estará concluido para proceder a la aprobación.
Respecto a las actuaciones anunciadas, que se licitarán en dos meses, afectan a dos zonas de Agustina de Aragón. La primera, entre Mayoral y Cerezo, tiene una superficie de 1.228 metros cuadrados. Se mejorará el mobiliario urbano, la iluminación y el arbolado. En el encuentro de Agustina de Aragón y Miguel de Ara se van a construir dos plazas de 108 y 57 metros cuadrados con juegos infantiles, una terraza y algún árbol. La primera obra costará 300.000 euros y la segunda, 250.000.
Estas actuaciones se financiarán con cargo al Área de Regeneración y Renovación Urbana (ARRU) de Zaragoza. Será un anticipo de lo previsto en el plan especial. Serrano asumió el retraso, pero se comprometió a que la partida de 2 millones anunciada para este año se ejecutará.
Serrano dijo que estas no han sido las únicas actuaciones vinculadas al plan, dado que ya se ha sacado a concurso la ejecución de la nueva residencia de Pontoneros y varias intervenciones en materia de vivienda en Zamoray, 14-16 y Cerezo, 45, además de en Armas, 49. También recordó la colocación de cuatro cámaras en el barrio, a las que se sumarán próximamente otras cuatro más. "Lo importante del plan especial estará ejecutado antes de que acabe este mandato", afirmó Serrano.
"Hay que rectificar"
La oposición fue muy crítica con la gestión del plan especial. Horacio Royo, del PSOE, fue especialmente duro. Calificó la gestión del concejal de Urbanismo de "monólogo", por "no hablar con nadie", y tachó el proyecto de "fracaso" siete meses después de su presentación. "Seguimos sin plan, sin proyecto y sin inversiones. El tiempo se le está agotando, debe rectificar de verdad", aseguró Royo, que defendió esta zona como un eje de actividades culturales.
Pedro Santisteve, de ZEC, rechazó el proyecto de Pontoneros como polo de regeneración del barrio. "No le hemos oído hablar de ninguna propuesta para Zamoray-Pignatelli", dijo. Fernando Rivarés, de Podemos-Equo, también criticó la futura residencia y reclamó medidas de recuperación desde el punto de vista urbanístico, social y comercial. Julio Calvo, de Vox, cuestionó las prioridades del gobierno municipal en esta zona de la ciudad.
