Deberán acostumbrarse a una nueva rutina. Y a nuevos médicos y enfermeras. Al menos, por las tardes. Y los días festivos. El modelo de reorganización de la Atención Continuada propuesto por el Salud para la ciudad de Zaragoza obligará a los pacientes de diez centros de salud a acudir, para las urgencias fuera de horario, a uno diferente al habitual. El cambio, que podría entrar en vigor el 15 de junio, no ha sido muy bien recibido por algunos de los usuarios, que lamentan verse obligados a abandonar su centro de siempre y temen que la centralización se traduzca en esperas mucho más largas.

El centro de salud Torre Ramona es uno de los que se vería afectado por el nuevo sistema. Este miércoles, dos sanitarios trabajaban a destajo desde la puerta de entrada para controlar el acceso de los pacientes y entregarles los volantes sin necesidad de que pasaran al interior. "Ir a otro lugar creo que nos dificultaría la confianza", apuntaba Leonel Mejía, tras abandonar el inmueble con su hija pequeña para una consulta. Para este usuario, la mejor opción sería continuar como hasta ahora. "Aquí el trato es muy bueno, conoces a las personas, siempre ves las mismas caras", remataba el joven.

Sanidad se apoya en la falta de personal para impulsar la reestructuración. Y para Teresa Gracia, otra paciente que acababa de salir del centro de salud, era evidente que existe. "Llevo aquí desde las 11.10 y son las 12.20", criticaba, al tiempo que señalaba insistentemente su reloj. Pese a eso, no estaba de acuerdo con que la solución pasara por unificar el servicio de Atención Continuada, algo que, para ella, sería "mucho peor". En este caso, le tocaría ir al centro Las Fuentes Norte. "Me parece fatal", lamentaba. Poco después salía Elena Bayona, que, aunque tampoco se posicionaba a favor del cambio, aseguraba que "nunca" le ha faltado un médico. Mientras, Hortensia Cónsola se mostraba mucho más diplomática y decía que aunque el otro centro le viene "un poco más lejos" el cambio le resulta "indiferente". Y que tampoco ha sufrido hasta ahora la falta de personal.

Más allá de este debate, otros usuarios protestaban al creer que la unificación, aunque sea únicamente en horario de tarde y días festivos, podría suponer una saturación de pacientes en los nuevos centros que les obligaría a pasar mucho más tiempo en la sala de espera. Era lo que se temía Francisco Gil: "Aquí vivimos un montón de personas, unas 40.000, y si vamos todos a Las Fuentes Norte tendremos que esperar más. No lo veo lógico. Si hace falta personal, que contraten más".

Pero los vecinos de este distrito no son los únicos a los que les tocaría acudir a ese centro de salud. También los de Rebolería, en la zona de la Magdalena, tendrían el mismo destino. Y también allí se mostraban reticentes al cambio. "A mí me parece fatal, así de claro. Soy sanitaria y este centro es referencia de toda la vida", resumía Celia Cisuelo en la plaza que da nombre al inmueble.

Según contaba, en el barrio hay muchos niños y personas mayores que se verían perjudicadas. Y como ejemplo, ponía un caso muy cercano. "Mi madre ahora puede ir sola al médico porque está muy cerca, pero al otro ya no podrá".

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