SUCESOS
Vándalas de mediana edad en el parque Grande de Zaragoza
Cuatro mujeres han sido sorprendidas este miércoles por la mañana mientras se llevaban en varias bolsas de plástico algunos adornos florales del pasado festival ZGZ Florece.
Los amigos de lo ajeno no solo roban relojes o carteras de ciudadanos despistados o poco atentos. También se llevan flores a sus casas, para su propio solaz y no para el de todos los vecinos de Zaragoza, que es para lo que fueron plantadas. Ya ocurrió hace unos días en la recién remodelada plaza de Santa Engracia, y ahora le toca el turno al parque Grande, que luce más florido y hermoso que nunca tras la celebración el pasado fin de semana del festival ZGZ Florece.
En esta ocasión, las amigas de lo que no es suyo han sido cuatro señoras de mediana edad que, según ha podido observar una ciudadana que pasaba por la zona este miércoles sobre las diez de la mañana, se han llevado varios adornos, “sobre todo hortensias azules”, de los maceteros redondos de las escaleras de subida al monumento al Batallador. Y para que no cupiera duda alguna de la fechoría, dicha ciudadana ha fotografiado el momento del hurto y la tranquila marcha de las cuatro señoras con el botín dentro de unas bolsas de plástico.
Al respecto, fuentes de la Policía Local recuerdan que estos actos podrían ser sancionables porque los ornatos florales son de pertenencia municipal y están cuidados y protegidos por los servicios de Parques y Jardines del Ayuntamiento. Precisamente, desde el Consistorio aseguran que, pese a que algunos adornos están siendo removidos estos días (el pasado lunes, varios de ellos se distribuyeron en diferentes entidades sociales de la ciudad), en ningún caso se van a destruir, sino que en la medida de lo posible serán recuperados y replantados en otros puntos de la ciudad.
Sin embargo, esta incívica acción no es nueva en Zaragoza, lamentablemente, ya que los esfuerzos municipales por mantener la ciudad en permanente estado de floración atrae a muchos de estos “ladronzuelos domésticos” que quieren para sí mismos lo que es de todos. Aunque peor es, si cabe, que en vez de llevarse las plantas para disfrutarlas en la intimidad de sus casas, aunque sea por un muy breve espacio de tiempo (en sus maceteros, las flores habrían durado mucho más y todos podríamos verlas, señoras), prefieren directamente pisotearlas y arrancarlas de raíz.
Y es que la nueva plaza de Santa Engracia de Zaragoza ya ha sufrido su primer acto de vandalismo. Inaugurada el pasado 26 de mayo, el domingo 6 de junio amaneció con al menos una docena de plantas arrancadas, y un buen número de ellas pisoteadas y desperdigadas por varios puntos de la zona.
El Consistorio de la capital aragonesa señaló hace pocos días que se van a revisar las cámaras de videovigilancia para tratar de dar con los autores de estos hechos. Además, los servicios de parques y jardines trabajaron de inmediato en la evaluación de los daños y en la reparación de los mismos para reponer las plantas que fueron dañadas.
También se denunció en su momento el robo de varios de los rosales recién colocados en el parque Grande, en el paseo que va desde el puente de los Cantautores hasta la fuente luminosa, a los pies del Batallador. En Ayuntamiento ha plantado en el lugar cientos de pequeños rosales que, cuando crezcan, crearán un gran manto de rosas en una de las arterias verdes principales de Zaragoza.
Precisamente, hace unos días el Ayuntamiento de Zaragoza anunció una campaña de vigilancia policial de los parques y de los jardines. No tanto por el vandalismo que puedan sufrir, como en el caso de Santa Engracia, sino por los robos que se habían detectado de cientos de plantas, y que suponen tanto un incremento de los costes de mantenimiento de las zonas verdes de la ciudad como una degradación de la imagen de las mismas.
