Rechazo vecinal a la reducción de urgencias en los centros de salud de Zaragoza

La Federación de Asociaciones de Barrio de Zaragoza (FABZ) ha mostrado su "preocupación y rechazo" ante la reducción de los servicios de atención de urgencias en los centros de salud.

El centro de salud del Picarral, en la avenida de San Juan de la Peña de Zaragoza.
El centro de salud del Picarral, en la avenida de San Juan de la Peña de Zaragoza.
José Miguel Marco

La Federación de Asociaciones de Barrio de Zaragoza (FABZ) ha mostrado este miércoles su "preocupación y rechazo" ante la reducción de los servicios de atención de urgencias en los centros de salud de la capital aragonesa, anunciado por el departamento autonómico de Sanidad el martes.

En un comunicado, este colectivo considera que es "una medida unilateral" tomada "sin tener en cuenta los representantes de los ciudadanos" y recalca que no se han reunido los consejos de salud, no se ha consultado al foro de presidentes y que, "en contra de lo anunciado", tampoco se ha consultado a las asociaciones vecinales.

Además, esta federación alega que, a causa de la crisis sanitaria, "hay un mínimo de quince días de retraso para las citas presenciales y una urgencia suele necesitar una cita presencial en menos de ese tiempo", por lo que la medida "provocará más tensión y problemas en las recepciones de los centros de salud, además de un incremento en el gasto farmacéutico".

También advierten que, ante la llegada del verano, "muchos vecinos pasan gran parte del periodo vacacional en las ciudades", una corte que puede llevar a "un auténtico caos en las urgencias de los hospitales" al no poder ser atendidos en los centros de salud.

La FABZ considera, además, que el momento actual, con "la teórica vuelta a la nueva normalidad y el periodo de vacunaciones y las listas de espera disparadas", no es el adecuado para realizar recortes, "sino de invertir más en la sanidad pública con la contratación de más personal".

Por último, el colectivo concluye que la medida "provocará un deterioro en la salud y la economía de las familias" ya que, por un lado, llevará a la derivación de pacientes a la sanidad privada, "con el consiguiente gasto económico" y, por otro, "un deterioro de la salud" de las personas que económicamente no puedan asumir el gasto.

Según han señalado desde la FABZ, tales motivos les llevan a pensar que "puede ser el comienzo de un recorte en la atención de los pacientes y principio en el desmontaje y privatización de la sanidad pública".

A las críticas a esta reducción de horarios también se ha sumado la Asociación para la Defensa de la Sanidad Pública en Aragón (ADSPA), que ha manifestado su "rotunda oposición" a la medida.

Desde esta asociación señalan a la consejera de Sanidad, Sira Repollés, a la que acusan de anunciar "un hachazo a los servicios de atención fuera del horario habitual", todavía cuando la Atención Primaria "está muy lejos de recuperarse" del colapso sufrido en la pandemia.

También critican que, "mientras la administración sanitaria empeora la calidad de la atención primaria, aplaude y favorece negocios privados como el nuevo hospital Quirón. Una sanidad privada que no ha arrimado el hombro en la pandemia mientras la sanidad pública se ha dejado la piel y la salud de su personal".

Por todo ello, solicitan a Repollés el abandono inmediato "de estas medidas tan lesivas para la Atención Primaria" y que destine entre un 20 y un 25 % del presupuesto sanitario a la Atención Primaria.

De la misma forma, solicitan que realice un "urgente incremento de profesionales", que vuelva la presencialidad de las consultas "con excepciones mínimas y bien justificadas y con una atención en 48 horas y que recupere "las actividades de promoción y prevención de la salud, así como la atención comunitaria. 

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