tribunales

A juicio por tres atracos consecutivos en la popular cafetería El Botánico

La Audiencia de Zaragoza juzgó este lunes al presunto autor, que se llevó un botín de casi 5.000 euros y se enfrenta ahora a 7 años de cárcel.

Imagen del interior del establecimiento, ubicado en el pasaje El Ciclón, junto a la plaza del Pilar de Zaragoza.
Imagen del interior del establecimiento, ubicado en el pasaje El Ciclón, junto a la plaza del Pilar de Zaragoza.
Francisco Jiménez

La Audiencia de Zaragoza juzgó este lunes a Cristian D. P. como presunto autor de los tres atracos consecutivos que sufrió la popular cafetería el Botánico -ubicada en el pasaje El Ciclón, junto a la plaza del Pilar- entre los meses de febrero y abril de 2019. Los tres asaltos los perpetró el mismo hombre, que se valió de un cuchillo para intimidar a los empleados con un cuchillo y se llevó un botín de casi 5.000 euros.

El encausado negó ser el autor de los robos, que se produjeron siempre a última hora de la noche. Y lo cierto es que el personal del establecimiento también alberga dudas sobre la autoría, ya que parece que las características físicas del atracador no coinciden con las del autor de los hechos. En cualquier caso, la Fiscalía mantuvo la petición de siete años de prisión por un delito continuado de robo con violencia e intimidación.

El primero de los atracos se produjo sobre las 22.25 del 3 de febrero de 2019, cuando un hombre que se cubría la cabeza con una gorra y el rostro con una braga de cuello se encaró con los dos camareros y les exigió que le entregaran el dinero que había en la caja. El asaltante, que empuñaba un arma blanca, logró llevarse 3.000 euros.

El 23 de marzo, sobre la 1.40, se produjo un segundo robo, prácticamente calcado. Los jóvenes que estaban trabajando en el local eran otros, pero el delincuente vestía las mismas prendas y actuó de la misma manera. El ministerio público recordó ayer que esa noche el ladrón se llevó 1.350 euros.

Creen que pudo ser alguien conocido

El tercero y último de los atracos se registró sobre las 2.56 del 18 de abril de 2019. Con la misma gorra y braga que las dos veces anteriores, el delincuente se plantó en el mostrador y volvió a obligar a los camareros a entregarle la recaudación, huyendo de la cafetería con 295 euros. 

Por la forma de actuar y las precauciones que adoptó, los propietarios del local creen que el autor de los robos podría ser alguien conocido. De hecho, en ningún momento articuló una sola palabra, posiblemente, para que no lo reconocieran. Se da la circunstancia de que una de las noches en las que apareció con el cuchillo, se había celebrado una fiesta privada en los bajos del establecimiento, por lo que la recaudación había sido más importante.

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