Fernando Poyo e Isabel Lafuente esperan recibir las llaves de su chalé en una nueva urbanización de Cuarte de Huerva en el último trimestre de este año. Cuando decidieron comprarlo, en octubre de 2019, no imaginaban que un virus pararía el mundo y que la crisis sanitaria haría que se vieran los hogares de una forma diferente. «Con la pandemia nos hemos reafirmado en la decisión que tomamos. En su momento ya valoramos contar con espacios amplios y zonas al aire libre que ahora todavía se buscan mucho más», coinciden ambos.

Viven en el centro de Zaragoza donde también trabajan y no querían perder «la calidad de vida» que durante el confinamiento y el teletrabajo les ha dado la terraza de la que disfrutan en su dúplex de alquiler. Por ello, también estuvieron buscando obra nueva por la zona, «pero los precios se encarecían demasiado», y hasta algún inmueble rehabilitado que no encajó en sus expectativas.

Por su actividad en el ámbito del márquetin, el coche es una «extensión más» de ellos y de su profesión y han tenido muy en cuenta cuánto les cuesta llegar a la oficina. «Desde la puerta de casa tardaremos un cuarto de hora en automóvil y hay una línea de autobús que pasa cada media hora con una parada muy cerca de la urbanización», explica Isabel. En los alrededores hay un colegio, el nuevo instituto que se estrenó este curso y sitios para comprar, con lo cual los servicios que pueden necesitar los tienen muy a mano si no quieren desplazarse. Algo que también ven con buenos ojos ante el nacimiento de su primera hija tras el verano.

Cuarte es el municipio de la comarca central que en las últimas dos décadas más ha crecido, pasando de 1.847 habitantes en el año 2000 a 13.450 en 2020, lo que supone un aumento del 628,2%. Su media de edad, de 33,81 años, lo convierten en el más joven de Aragón.