emprender en tiempo de pandemia

De almacén de un karaoke a la heladería del barrio

El mítico Pub Traste del zaragozano barrio de San José ha dado un giro radical al negocio que ha ocupado a esta familia durante más de 20 años para tratar de salir adelante a la espera de que se recupere el ocio nocturno.

María del Carmen Muñoz y Óscar Dionis, ante su heladería del barrio de San José.
María del Carmen Muñoz y Óscar Dionis, ante su heladería del barrio de San José.
Camino Ivars

Han sido meses duros, “muy duros, solo los que lo hemos pasado sabemos lo que ha sido esto”, lamenta Óscar Dionis (51), sentado en una de las 18 mesas ubicadas recientemente en el número 1 de la plaza Reina Sofía del barrio zaragozano de San José. Esta nueva terraza pertenece a la heladería Jijonenca que han abierto en el pequeño almacén del mítico Pub Traste, que regenta junto a su mujer, María del Carmen Muñoz (47) desde hace 23 años.

“Lo cogí el 1 de diciembre de 1998, por aquel entonces el karaoke ya llevaba abierto 10 años”, rememora Óscar. Al pertenecer a los negocios clasificados como ocio nocturno, este mítico establecimiento se ha visto obligado a cerrar sus puertas durante más de un año, aunque se acogió a la posibilidad de adaptar el negocio a cafetería para abrir esta nueva línea de negocio.

Aunque admite que jamás se le habría pasado por la cabeza poner una bola de helado, tampoco el hecho de vivir una experiencia como la actual crisis sanitaria. Además, reconoce que hacía tiempo que valoraban abrir una segunda línea de negocio en este espacio, un pequeño almacén de tan solo 12 metros cuadrados -eso sí, muy bien aprovechados- en el que encontramos una vitrina con más de 30 variedades de helado, máquinas de granizado y horchata, una crepera y un amplio etcétera.

“Llevábamos tiempos dándole vueltas porque el almacén daba directamente a la plaza, la pandemia simplemente nos empujó a hacerlo para sobrevivir”, apunta María del Carmen. Y es que han sido más de doce meses pagando alquiler, gastos fijos y haciendo frente a otras obligaciones, sin poder generar ningún tipo de ingreso. “Nos dejaron abrir cuatro semanas de mayo a junio con aforo al 50% y la verdad es que trabajamos bastante bien, pero vino el nuevo cierre y eso acabó por hundirnos. Vimos que la cosa iba para largo y teníamos que hacer algo. Hasta ahora habíamos estado tirando de ahorros, pero éstos se acaban”, añade Óscar.

Barajaban varias alternativas, desde un establecimiento de comida hasta otro tipo de servicios. Al final, se decantaron por la heladería: “Hablamos con varias franquicias, queríamos cierta seguridad a la hora de lanzarnos a la piscina”. Así, tras varios meses de reformas, y muy pendientes de la climatología, decidieron inaugurar el 22 de abril. “Somos la única heladería del barrio y era un servicio muy esperado pues muchas personas nos preguntaban que cuándo íbamos a abrir”, afirma Óscar.

Óscar Dionis y María del Carmen Muñoz, en su heladería del barrio de San José
Óscar Dionis y María del Carmen Muñoz, en su heladería del barrio de San José
Camino Ivars

En su carta, encontramos desde los helados con sabores más tradicionales -limón, nata, fresa o chocolate- a los más innovadores -como el de nata con oreo, leche merengada o turrón con trocitos de turrón-, los cuales se pueden tomar en tarrina o cucurucho. La oferta la completan con copas variadas, batidos, 'smoothies', granizados, cócteles, gofres y crepes, tanto dulces como saladas.

Por eso, el gran recibimiento que han tenido por parte de los vecinos del barrio no les ha pillado por sorpresa. En el Traste, hoy apagado y cerrado a cal y canto, permanecen  algunas luces de neón que todavía brillan al lado de la máquina de dardos y permiten vislumbrar el escenario y algunos vinilos colgados por las paredes entre los que se encuentran Queen, Nino Bravo o Los Beatles.

¿Tomar el vermú en una heladería?

Eso sí, el local permanece abierto pues, para la heladería, se utilizan sus servicios. “Cada vez nos llama más gente preguntando que cuándo se abre. Notamos las ganas de volver a salir una noche sin pensar en mirar el reloj o en el estado de alarma”, señala el zaragozano.

Además del karaoke, gestionaban otra empresa secundaria, Traste Eventos, completamente paralizada desde marzo de 2020. “Sin fiestas de pueblos, ni orquestas, ni actividades… no había nada que hacer por ahí tampoco, ha sido muy frustrante”, admite Óscar.

El horario de la heladería es de martes a jueves de 17.00 a 23.00, mientras que los sábados, domingos y festivos abren a las 12.00. Además, mientras esperan a que vuelva a abrirse el ocio nocturno, esta pareja no deja de innovar para darse a conocer en la zona.  “Hace poco hemos introducido en la oferta de la heladería una novedad que también ha sido muy bien acogida: el vermú del sábado y el domingo en la plaza”, explica Mamen. 

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