Ayuntamiento de Zaragoza

Zaragoza aprueba la ordenanza de veladores que reduce su horario y consolida los de calzada

La nueva regulación sale adelante con los votos del gobierno PP-Cs y de Podemos, la abstención de PSOE y Vox y el rechazo de ZEC.

Reparto de mascarillas por las terrazas del Tubo de Zaragoza.
Reparto de mascarillas por las terrazas del Tubo de Zaragoza.
Oliver Duch

El Ayuntamiento de Zaragoza ha aprobado este viernes la nueva ordenanza municipal que regulará a partir de ahora la instalación y funcionamiento de las terrazas de bar de la ciudad. El texto, que ha salido adelante con los votos del gobierno PP-Cs y de Podemos, la abstención de PSOE y Vox y el rechazo de ZEC, da carácter permanente a las autorizaciones de veladores sobre la calzada y adelanta el horario de cierre por las noches para reducir molestias a los vecinos.

En concreto, los grupos han acordado que, una vez se superen las actuales restricciones sanitarias por la pandemia, las terrazas de bar cierren una hora antes de domingo a jueves, es decir, a medianoche en lugar de a la 1.00. En el caso del fin de semana, el horario se acorta media hora y pasa de las 2.00 a la 1.30 en los distritos urbanos, y de 3.00 a 2.30 en los barrios rurales.

Es la principal novedad incluida a última hora en el documento ya que el gobierno, inicialmente, solo había propuesto un adelanto de la hora de apertura por las mañanas entre semana de 8.00 a 7.30. Sin embargo, tras varias alegaciones de entidades sociales y vecinales, y de grupos como ZEC y Podemos, la concejal del área, Natalia Chueca, ha incorporado una reducción horaria “razonable” en aras de “compatibilizar la actividad de la hostelería con el derecho fundamental al descanso de los vecinos”, ha resumido.

En este sentido, y a la espera del desbloqueo de la futura ordenanza del ruido de la ciudad, se ha establecido que las terrazas con más de 25 metros cuadrados de superficie deberán disponer de un sonómetro para controlar las molestias.

El equipo de gobierno solo ha contado finalmente con el apoyo de Podemos, cuyo portavoz, Fernando Rivarés, ha destacado el “esfuerzo” de su grupo por negociar un documento de consenso y ha señalado que la nueva ordenanza “no es perfecta, pero mejora a la anterior” y contempla buena parte de sus propuestas.

Entre otras, la formación morada reclamaba, al igual que ZEC, una reducción del porcentaje de espacio que pueden ocupar las terrazas en las plazas de la ciudad, para garantizar así su disfrute por parte de los ciudadanos más allá de la hostelería. Finalmente, el gobierno ha aceptado una leve en modificación en este punto, y las mesas y sillas solo podrán extenderse por el 60% de estos espacios públicos, frente al 65% previsto inicialmente.

También se ha modificado la ocupación máxima de plazas de aparcamiento por parte de los veladores en la calzada. Gracias a una propuesta de Vox, los bares solo podrán eliminar un tercio de los estacionamientos, frente al 50% que planteaba el gobierno.

Accesibilidad

Una de las preocupaciones de los grupos y de las entidades sociales era la de garantizar la accesibilidad de la vía pública, en especial para personas con movilidad reducida. Para ello, se establece la obligación de mantener un paso peatonal en línea recta de 1,80 metros de anchura. En el caso de que la acera tenga más de 4 metros, la mitad quedará libre para la circulación de las ciudadanos.

En cualquier caso, el gobierno creará un grupo de trabajo con la ONCE y con el área de Acción Social para analizar las zonas y situaciones más problemáticas y buscar soluciones para los colectivos más afectados.

La normativa, además, regula el uso de calefactores, y pone fin a los más contaminantes. Solo se permitirán los eléctricos o los que funcionan utilizando pellets, biocombustibles u otras formas de energías alternativas y renovables.

La ordenanza establece nuevos criterios estéticos de las terrazas, endurece las sanciones por los posibles incumplimientos y simplifica la renovación de licencias pero, sobre todo, da carácter permanente a las terrazas habilitadas sobre la calzada. Esta medida impulsada por el Ayuntamiento el año pasado para apoyar al sector ante las restricciones de aforo en el interior de sus locales queda consolidada en el nuevo texto, a diferencia de otras ciudades que la aplican, que ya están fijando una fecha de caducidad.

En este sentido, todos los grupos han respaldado la propuesta del PSOE de crear una comisión de seguimiento para analizar cómo funciona la nueva ordenanza y modificarla llegado el caso. Los socialistas se han abstenido porque, dadas las actuales circunstancias, “generará controversia en el tiempo”, en palabras de la concejal Ana Becerril, un postura compartida por Julio Calvo (Vox). Por su parte, Alberto Cubero (ZEC) ha votado en contra porque el texto “no es lo suficientemente ambicioso en la defensa del espacio público y del descanso vecinal”.

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